La economía española crecerá a un ritmo del 3'3 por ciento anual entre los años 2001 y 2003, frente al 3'7 por ciento calculado para 1999 y el 2000, según el escenario macroeconómico aprobado ayer por el Gobierno para los próximos cuatro años. El Consejo de Ministros dio su visto bueno a la revisión del Plan de Estabilidad que presentará a la UE y que contiene los objetivos oficiales sobre crecimiento económico, déficit público, empleo, inflación y deuda para el periodo 2000-2003, que coincidirá prácticamente con la próxima legislatura.
El ministro de Economía, Rodrigo Rato, explicó que el déficit presupuestario bajará hasta el 0'8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año y hasta el 0'4 por ciento en el 2001, para convertirse en un superávit del 0'1 por ciento en el 2002 y del 0'2 por ciento en el 2003. El Ejecutivo espera que entre el 2000 y el 2003 se creen en España 1'4 millones de puestos de trabajo y que la tasa de paro caiga hasta el 9'8 por ciento al final del periodo, en línea con la media europea, con 900.000 desempleados menos. Rato señaló que la inflación subirá en los próximos cuatro años una media del 2% anual, frente al 2'9% en 1999, una vez se amorticen los efectos de la fuerte subida registrada el año pasado por el precio del petróleo en los mercados internacionales.
Rato puntualizó que el Gobierno ha preparado unas previsiones más pesimistas en caso de que el entorno internacional sea peor al pronosticado por la UE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE. Si así fuera, explicó, la economía española crecería a un ritmo anual del 3%, habría una décima menos de inflación, la tasa de paro en el 2003 sería del 10'6% y el equilibrio presupuestario se retrasaría al 2002. Rato señaló que el motor del crecimiento económico en los próximos cuatro años seguirá siendo la demanda interna, aunque ésta perderá cierto protagonismo en favor del sector exterior.