El presidente del Gobierno, José María Aznar, hizo ayer una
declaración pública institucional. Este es el texto íntegro:
«ETA ha decidido romper su decisión de cese de la actividad
terrorista que con carácter indefinido anunció hace más de catorce
meses. Muchos pueden sentir hoy la quiebra de una esperanza de paz
que la sociedad española, y especialmente la vasca, han albergado
durante este tiempo. Pero ETA se equivoca.
ETA se equivoca de nuevo cuando desoye el clamor unánime de la sociedad en favor de la paz y de la convivencia pacífica. ETA se equivoca de nuevo si piensa que con la coacción, con el chantaje o con el terror va a provocar la fractura del marco democrático y de las libertades de todos.
ETA se equivoca de nuevo si pretende prolongar el sufrimiento, convertir a los ciudadanos en rehenes de sus objetivos y poner precio al derecho de todos a vivir en paz. En la primera declaración que realicé tras el anuncio de ETA el 17 de septiembre del pasado año, me comprometí como Presidente del Gobierno a impulsar con toda determinación las iniciativas que condujeran al inicio de un proceso de paz.
Fiel a este compromiso, llevé a cabo una iniciativa de diálogo y de consenso con los líderes de todos los grupos parlamentarios. Autoricé el inicio del diálogo con el entorno político de la organización terrorista que decía asumir las vías exclusivamente políticas, pacíficas y democráticas. Se produjo un primer contacto. Convenido un segundo encuentro, se suspendió unilateralmente por la otra parte.
Autoricé el inicio del diálogo con ETA para acreditar su voluntad de llegar al cese definitivo de la violencia. Se produjo un primer contacto, que confirmé ante la opinión pública. Convenido otro encuentro, la organización terrorista también lo suspendió unilateralmente. A partir del acuerdo unánime del Congreso de los Diputados, el Gobierno ha adoptado decisiones significativas en materia de política penitenciaria.
El Gobierno ha promovido fórmulas que facilitaran el regreso de aquellos que, por su relación pasada con la violencia terrorista, residían fuera de España. Como respuesta a una exigencia política y moral hacia los que más directamente han sufrido la agresión terrorista, el Gobierno, también con el acuerdo unánime de los grupos parlamentarios, ha impulsado una ley de reconocimiento y apoyo a las víctimas de todas las acciones del terrorismo.
Con la misma rotundidad con que hemos asumido el compromiso de avanzar en la búsqueda de un cese definitivo de la violencia, siempre hemos dejado claro que la paz tiene que basarse sobre el respeto al pluralismo de la sociedad y a los valores más profundos de la convivencia democrática. El conjunto de la sociedad española ha pagado un altísimo precio por mantenerse firme en sus convicciones y unido frente al chantaje terrorista.
Tengo la seguridad de que los españoles están con el Gobierno y con todas las instituciones democráticas en defensa de la libertad, de la convivencia pacífica y del respeto a las leyes. Tengo plena confianza en que la fortaleza y la unidad que hemos demostrado en los momentos más difíciles siempre prevalecerán sobre los que intentan sembrar la desesperanza y provocar el desánimo.
El Gobierno ha hecho, hace y hará todo cuanto esté en su mano por buscar los caminos de una paz definitiva. Pero, al mismo tiempo, lo ha hecho, lo hace y lo hará desde el más estricto respeto a las normas del Estado de Derecho y garantizando en todo caso los derechos y las libertades de todos. Tengo la seguridad de que triunfará la voluntad de paz que todos los españoles compartimos, y de que, entre todos, haremos realidad ese camino de esperanza».