La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó ayer un auto por el que decreta la libertad bajo fianza de 5.000 millones de pesetas del financiero catalán Javier de la Rosa, quien se encuentra en prisión por el «caso KIO» desde el 15 de octubre de 1998 por orden de la juez Palacios.
Esta es la fianza personal más alta que ha impuesto un tribunal español para que un preso salga de la cárcel, y la Audiencia lo justifica «estimando que dadas las cantidades indiciariamente distraídas, (De la Rosa) tiene capacidad económica para sufragar tan elevada fianza de libertad». No obstante, en el caso de que Javier de la Rosa abonase en la Audiencia Nacional la cantidad requerida, no podría abandonar aún la prisión de Can Brians (Barcelona), ya que también fue decretado su internamiento por el «caso Grand Tibidabo».
En este caso, el financiero consiguió la libertad tras avalar 1.000 millones, pero posteriormente retiró dicho aval cuando la juez Palacios ordenó su prisión incondicional. Por ello, De la Rosa debe avalar ahora 6.000 millones de pesetas.
La Audiencia Nacional permite que el financiero, si paga la fianza, salga de Can Brians, pero le impone varias medidas cautelares para evitar que se fugue: le retira el pasaporte, le prohibe salir del territorio español, y le obliga a comparecer diariamente en el juzgado.
Los magistrados basan su resolución en el cambio de postura del fiscal anticorrupción Salvador Viada, quien había solicitado hasta ahora que De la Rosa siguiese en prisión. En la última vista de apelación que trató la situación personal del financiero, el fiscal pidió que se le dejase en libertad bajo fianza de 5.000 millones, por entender que el tiempo que lleva preso mitiga el peligro de fuga.
La Sala recuerda que en las cuentas personales de Javier de la Rosa y su mujer en Suiza se ingresaron cerca de 30.000 millones que indiciariamente fueron distraídas y ocultadas por él, «evitando en todo momento facilitar información sobre su destino».