Además de arremeter contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, de quien aseguró que le asusta su «falta de consistencia» por haber «mezclado el terrorismo en una campaña electoral», Felipe González se refirió al coordinador general de IU, Julio Anguita, a quien calificó de «técnicamente incompetente» y añadió que «políticamente está al servicio de Aznar». También el secretario general de los socialistas, Joaquín Almunia, se refirió a la derecha para señalar que detecta nerviosismo entre sus miembros «ante los resultados favorables del PSOE» en las encuestas.
González, que se encontraba en la localidad pacense de Don Benito, se dirigió a los jóvenes de Extremadura para señalar que «deberían saber que la Universidad no llegó con la derecha, ni hubiera llegado jamás, ni la autopista, ni tantas cosas». No obstante, aseguró no sentirse preocupado por el actual Gobierno «sino por la carcoma que están metiendo en las instituciones democráticas», retomando así el discurso que ha utilizado en los últimos días.
Además, González reconoció que las últimas elecciones «nos quebraron la moral y nos ganaron por los casos de corrupción», pero añadió que ahora los socialistas «estamos levantando la moral». Respecto al presidente del Gobierno, González aseguró que le asusta la «falta de consistencia» de Aznar por haber «mezclado el terrorismo en una campaña electoral y señaló que «yo sé que mientras liberan a terroristas mantienen la persecución con los socialistas». A su juicio, el jefe del Ejecutivo ha hecho un uso electoral de la conversación mantenida con ETA, que «no ha sido la primera» e indicó que el giro al centro del PP «es un viaje al centro del rencor».
Por otra parte, señaló que Julio Anguita es «técnicamente incompetente y políticamente está al servicio de Aznar». Con esto se refería a lo dicho, horas antes, por el coordinador de IU sobre la actuación de Solana de quien dijo que es «técnicamente un criminal de guerra». En su repaso por el resto de partidos no olvido citar al PNV del que dijo que «es decimonónico e histórico» y añadió que «su error es que homologa la identidad con la estatalidad y excluye a los que se sienten vascos y españoles».
Horas después, el ex presidente del Gobierno pedía formalmente excusas a Aznar y a Anguita y justificó la «dureza» de sus palabras en la «indignación» que le había producido oír a Anguita que Javier Solana debía ser juzgado por un Tribunal Internacional por su actuación en Kosovo.