La situación de caos y descontrol en los aeropuertos españoles ha llegado a un límite insostenible. En un intento por buscar medidas que solucionen el problema, el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, se reunió ayer con representantes de las principales compañías aéreas españolas y con AENA. De esta negociación que, sin duda será «dura y bastante árdua», habrán de salir varias medidas conjuntas que alivien la crisis que atraviesa el tráfico aéreo y que podría pasar por un recorte de los vuelos programados. El ministro también propuso a Iberia mejorar la atención a los pasajeros.
No obstante, Arias Salgado advirtió que «la solución no será inmediata», ya que los problemas que sufren los aeropuertos españoles son consecuencia de varias causas diferentes, entre las que se cuentan la saturación del tráfico aéreo por la guerra en Yugoslavia. A esto hay que sumar en el caso de España la huelga de pilotos de Iberia y la falta de controladores aéreos. El ministro rechazó que el problema sea de gestión, ya que los aeropuertos se encuentran en «buenas condiciones».
Mientras tanto, las compañías del sector han comenzado a echar cuentas de los efectos negativos que esta situación caótica puede tener sobre sus cuentas de resultados. El gerente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Julio Fernández, auguró «un desastre absoluto» para el turismo español en la próxima temporada, si continúan los problemas en el tráfico aéreo. La solución vendría «con más controladores, más pilotos y que se acaben las restricciones del tráfico aéreo en Europa».