Los partidos firmantes de la Declaración de Barcelona coincidieron ayer en acusar al Gobierno del PP y al PSOE de estar obsesionados con los nacionalistas.
Así lo pusieron de manifiesto el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, durante el encuentro que mantuvieron en Barcelona aprovechando la cumbre de los partidos de la Declaración de Barcelona.
En la que es la cuarta reunión de este foro, PNV, CiU y BNG acordaron "en contra de lo manifestado anteriormente" no incluir a otros partidos nacionalistas y señalaron que la aspiración de la Generalitat de recaudar todos los impuestos contará con el apoyo de vascos y gallegos.
La nueva dirección, que fue aprobada en el encuentro de Santiago de Compostela, acordó su plan de trabajo para 1999. Según lo previsto, la ejecutiva está formada por cuatro representantes de cada una de los formaciones. Por el PNV están Xabier Arzalluz, Ricardo Ansotegui, Iñaki Anasagasti y Gorka Aguirre. Pere Esteve, Xavier Trias, Joaquim Molins y Josep Camps representan a CDC. La presencia de UDC corre a cargo de Duran Lleida, Sánchez-Llibre, Domènec Sesmilo y Jordi Petit; y por el BNG están Xose Manuel Beiras, Francisco García, Encarna Otero y Francisco Rodríguez.
Los nacionalistas piden que se suprima el Ministerio de
Cultura
PNV, CiU y BNG decidieron ayer lanzar un nuevo órdago al Gobierno
al fijarse como objetivo unificar sus esfuerzos para conseguir la
supresión del Ministerio de Cultura y que Cataluña, Euskadi y
Galicia tengan presencia en la UNESCO. Los firmantes de la
denominada 'Declaración de Barcelona', que constituyeron en la
Ciudad Condal su dirección política, justificaron su propuesta,
«aún no elaborada», en que «España no tiene una única cultura».
El secretario general de Convergencia Democràtica, Pere Esteve, que actuó como portavoz en una rueda de prensa conjunta con los líderes del resto de las formaciones nacionalistas, precisó que la propuesta de suprimir el Ministerio de Cultura todavía no ha sido elaborada y que no se trata de plantearla «mañana mismo», sino de ir creando condiciones para que «como la fruta madura caiga por su propio peso».