En medio de la sorpresa generada por la fusión del Banco de Santander y el Central Hispano se sucedieron las reacciones y valoraciones. La Asociación Española de Banca lo calificó como una «magnifica noticia» tanto para las entidades protagonistas como para el conjunto de la economía española.
Por su parte, los sindicatos se mostraron alarmados ante la posibilidad de que la fusión se traduzca en un recorte de plantilla. El Gobierno se apresuró a señalar que respeta la unión de estas entidades, como una decisión empresarial.
El ministro Josep Piqué, indicó, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que la unión debe considerarse «estrictamente desde el punto de vista empresarial» y responde a la nueva realidad de integración económica que vive España. Al tiempo que resaltó el «máximo respeto» del Gobierno a la decisión.
Por su parte, UGT mostró su confianza en que la reducción de plantilla que implica la fusión se haga de forma no traumática y a través de prejubilaciones. Subrayó que la nueva empresa será más fuerte económicamente, lo que calificó de positivo pero matizó que la fortaleza de la empresa y la reducción de los costes llevará aparejada una disminución de puestos de trabajo.
La Asociación Española de Banca (AEB) consideró el anuncio de fusión una «magnífica noticia», tanto para las entidades protagonistas como para «todo el sistema financiero español, y para la economía española en su conjunto».