El Indice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0'3 por ciento en diciembre pasado, lo que situó la inflación del conjunto del año 1998 en el 1'4 por ciento, cinco décimas por debajo del último objetivo oficial. Según Estadística, ese es el menor crecimiento de los precios alcanzado en un ejercicio desde que en 1962 comenzó a elaborar el IPC.
El dato satisfizo al Gobierno, al PP y a la CEOE, que coincidieron al señalar que se trata del IPC más bajo de la historia, frente a la reticencia del PSOE y IU, que consideran excesivo el diferencial de inflación con la UE, y la exigencia de los sindicatos de que los buenos resultados reviertan en mayor poder adquisitivo de los trabajadores.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, calificó de satisfactoria la evolución de los precios, mientras que el ministro portavoz, Josep Piqué, consideró que la tasa de inflación sitúa a España en el escalón apropiado para competir en el seno de la Unión Monetaria, y apuntó que se trata de uno de los indicadores del grado de solidez de la economía española.
Por su parte, el PSOE afirmó que «el Gobierno no puede cantar victoria», ya que España mantiene el diferencial de inflación con la UE. En el mismo sentido se pronunció IU, que advirtió del peligro deflacionista en la Unión Europea y afirmó que estos resultados «deberían hacernos reflexionar sobre la construcción monetaria europea y la ausencia de políticas compensadoras para evitar un proceso de deflación competitiva».