Con la llegada del verano, Magaluf celebró el pasado domingo 22 de junio la apertura del renovado Paseo Marítimo de Gabriel Escarrer Juliá, transformándolo en una elegante avenida junto al mar. El nuevo paseo, que va desde Nikki Beach hasta la plaza del Pirates, se extiende a lo largo de 650 metros con una infraestructura completamente renovada, pensada para ser más accesible, amable y respetuosa con el entorno. Esta transformación culmina un proceso de mejora sostenida del destino, con la implicación del tejido empresarial, las entidades locales y el Ayuntamiento de Calvià, unidos en su apuesta por la excelencia y sostenibilidad del turismo.
El paseo, construido en 1990 para ordenar el borde urbano y su conexión con la playa, cuenta ahora con una actualización integral: nuevo mobiliario, pavimento hidráulico, alumbrado eficiente e infraestructuras clave como saneamiento, agua, baja tensión y sistemas contra incendios. También se ha incorporado piedra en el pavimento y un banco que separa el paseo de la arena, realzando su carácter urbano. El proyecto, en línea con los criterios europeos, incluye medidas para la sostenibilidad hídrica y climática, así como una apuesta por la integración paisajística mediante especies autóctonas. Además, con una inversión de unos 700.000 euros, se impulsa la transición digital mediante fibra óptica municipal, mejorando la conectividad de los núcleos urbanos de Calvià.
Cada vez más lejos de los tópicos y del pasado, Magaluf avanza hacia un modelo turístico renovado y con visión de futuro. Bajo el lema Magaluf for All, el Ajuntament lanza un mensaje claro donde el destino se ha transformado por completo, con inversiones estratégicas y una gestión basada en parámetros de calidad que apuestan por un turismo diverso y duradero.
Este ambicioso reposicionamiento va más allá de la infraestructura. Busca atraer a un público más amplio, ofreciendo propuestas únicas que superan el clásico modelo de sol, playa y ocio nocturno. La remodelación integral del paseo marítimo ha sido clave en este cambio, con un diseño pensado para la comodidad, la estética y la accesibilidad.
La mejora de la planta hotelera ha sido otro pilar fundamental, con establecimientos que han elevado su categoría y adaptado sus servicios a las nuevas exigencias de excelencia, gastronomía de calidad y experiencias a medida.
Desde la Administración como del sector privado, se impulsa una diversificación real de la oferta con eventos deportivos de nivel internacional, festivales culturales y propuestas que enriquecen la temporada media y baja. La zona promueve actividades al aire libre como senderismo, cicloturismo y deportes náuticos, aprovechando su proximidad a espacios naturales como la Serra de Tramuntana, la Reserva Marina de las islas del Toro y las Malgrats, o sus reconocidos campos de golf. Y, por supuesto, la gastronomía, gana protagonismo con nuevos restaurantes y producto local, que elevan el nivel culinario. Este nuevo modelo es una renovación global que aúna una una estrategia para desestacionalizar el turismo, atraer visitantes durante todo el año y fomentar un perfil que valore cultura, naturaleza, bienestar y buena mesa. Un esfuerzo colectivo donde Administración, empresarios, comerciantes y operadores turísticos caminan en la misma dirección bajo un Magaluf for All.
Además, la sostenibilidad económica se refuerza mediante la diversificación turística, que reduce la dependencia de un solo perfil de visitante y favorece un empleo más estable y continuado. El IFOC lidera acciones locales para fomentar la contratación y la formación de profesionales del sector, asegurando que el desarrollo económico revierta directamente en el municipio.
En cuanto a la sostenibilidad social, se promueve la convivencia armónica entre residentes y visitantes, creando espacios de calidad compartida. El objetivo es que los beneficios del turismo mejoren la vida de los calvianers, generando orgullo y sentido de pertenencia. El alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual insiste en la necesidad de casar la actividad turística con el bienestar de los residentes: «debemos actuar teniendo en mente dos grandes ideas: la protección y preservación del entorno; y que la actividad turística esté en armonía con nuestra sociedad. Turistas y residentes deben conocerse, apreciarse y convivir. El turismo no puede ser una carga para los ciudadanos. Los calvianers han de beneficiarse de él, ser partícipes de todo cuánto nos aporta».
Magaluf for All simboliza la renovación ejemplar de Magaluf hacia un modelo turístico de calidad, sostenible y diverso. Gracias a inversiones estratégicas y colaboración local, el destino se reposiciona, alejándose de su imagen pasada y atrayendo a un público más amplio y familiar.
Una gastronomía que favorece el cambio
Magaluf no solo ha cambiado de imagen, también la forma de sentirla, de vivirla y, por supuesto, de saborearla. Desde un concepto de comida fast food, protagonista en las últimas décadas, Magaluf en particular y Calvià en general, ha sufrido una positiva y gran transformación en el ámbito culinario. A la zona han llegado inversiones significativas y nuevas ilusiones con una clara apuesta por elevar el nivel y la calidad de la oferta gastronómica. Ahora, el paseo marítimo viste las cartas de sus restaurantes con tapas creativas, menús elaborados y mucha cocina internacional, pues Magaluf no olvida que en ella conviven muchas culturas y su representación culinaria también ha evolucionado con el lugar, con una oferta basada en influencias asiáticas, latinoamericanas y europeas.
La calidad es palpable y en ello también ha influido la clara apuesta del propio Ajuntament de Calvià para posicionar el municipio como un territorio de referencia en turismo gastronómico bajo el paraguas ‘Calvià destino gastro’, con el objetivo de atraer a un visitante que valore la autenticidad, la calidad y la sostenibilidad. Uno de los ejemplos más notable es la Mostra Calvià, un escaparate gastronómico donde los restaurantes del municipio que participan demuestran su talento.
En conclusión, la gastronomía está sirviendo para redefinir este nuevo concepto de Magaluf para todos con el que se pretenden acercar a un turista más familiar, más sostenible y responsable y con más ganas de disfrutar de la esencia mallorquina. Clave está siendo el compromiso de los propios restauradores que tras su esfuerzo y apuesta por el cambio están viendo a su vez, compensación en la desestacionalización de la temporada, pudiendo abrir más meses y recibiendo clientes extranjeros, pero también mucho cliente local y residente de la Isla.
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