La exjugadora de básquet, Lucila Pascua, participa en la Universitat d’Estiu de Estudios de Violencia de Género de la UIB con una charla sobre discriminación y violencia en el deporte femenino.
¿Qué situaciones de violencia enfrenta la mujer en el deporte?
— Ser excluidas de los puestos de poder, tener más dificultades para optar a las mismas oportunidades que los hombres, tener peores o menos recursos, brecha salarial, peores contratos, condiciones de trabajo menos dignas.
¿Ha vivido alguna en sus propias carnes?
— Sí, en muchos casos he tenido menos recursos, situaciones como tener peores horarios, peores instalaciones deportivas, peores salarios. No es solo que haya menos recursos femeninos para el deporte femenino, es que se da por hecho que las cosas son así.
¿Hay más protección desde el caso de Jenni Hermoso?
— Hay mucha violencia institucional, mediática, física y psicológica, quitando la violencia sexual, y acoso laboral. No hay más protección, pero sí más conciencia porque da visibilidad y voz, dando pie a que otras mujeres en la situación que ha estado Jenni Hermoso puedan tener los medios y herramientas para denunciar.
¿Hay un aire paternalista en los equipos femeninos?
— Generalmente sí que existen actitudes o conductas paternalistas, por lo menos en mi experiencia. Sobre todo desde las juntas directivas, te bautizan como ‘las niñas’. Hay un trato que no se da en el caso de los hombres como que te digan que te vayas a dormir pronto o que no salgas.
¿Cómo afecta la maternidad a las mujeres deportistas?
— Afecta biológicamente, porque prácticamente dejas de jugar cuando te enteras de que estás embarazada. Tienes que poner un ‘stop’ a tu carrera obligatoriamente. No es violencia es biología, lo que sí podría ser violencia es cómo se trata a las deportistas. Hay mujeres que se han quedado embarazadas y les han quitado patrocinadores. En cambio, los hombres, en muchos casos, no cumplen la baja por paternidad obligatoria y se pasa por alto. Futbolistas que tienen un hijo y a los dos días están entrenado y encima se les premia. La gente dice: ‘Fijaté qué héroe, cuánto siente el escudo’.
¿Cómo se pueden prevenir estas situaciones de violencia?
— En primer lugar, la educación en igualdad es esencial desde pequeños, que suena casi a utopía cuando lo dices. Tener respeto entre hombres y mujeres. Quiero pensar que las futuras generaciones podrán hacer deportes sin escuchar comentarios como ‘eso es un deporte de hombres’, que yo por desgracia los he escuchado. También hay que fomentar medidas que incluyan a las mujeres en todos los sectores del deporte, sobre todo en la dirección, en la parte más alta de las instituciones y federaciones. Hace falta perspectiva de género y referentes mujeres.
¿Hay más referentes femeninos en el deporte?
— Ha habido un aumento con el tema del fútbol femenino. Se está apostando por mostrarlo y como resultado hay más fichas federativas, más niñas jugando al fútbol, pero claro, si no se visibiliza no existe. Ahora hay pocas deportistas que de repente cada cuatro años salen en la tele, pero esos cuatro años matándose a entrenar. Ellos ocupan los espacios, no quieren cederlos pero van a tener que hacerlo en algún momento.
¿Han mejorado las condiciones de las deportistas estos años?
— Sí, he visto que han mejorado. Hay más conciencia, no se normalizan ciertas cosas. La gente joven vive situaciones que no se calla, luego se gana el apodo de ‘generación de cristal’, pero no lo entiendo porque realmente detecta y actúa.
¿Y económicamente?
— Se van consiguiendo cosas, por ejemplo, yo como presidenta de la Asociación de Jugadoras de Baloncesto (AJUB) hace poco firmamos el convenio colectivo para regular la actividad. Es importante porque significa profesionalizar el deporte y tener unas condiciones mínimas de trabajo. Es la primera piedra para seguir profesionalizándonos. En este sentido, el fútbol femenino nos viene muy bien porque nos impulsa con el tema de la visibilidad, sienta un precedente y el resto vamos un poco a rebufo.
Porque el deportista es un producto de marketing. Si dejáis de estar disponibles y no dais visibilidad a la marca ni retorno, pues dejan de daros dinero. A ver si os lo metéis en la cabeza.