Muchos mallorquines conocen el Colegio San Agustín y generaciones de ellos han pasado por sus aulas. Son más de 130 años de presencia en Mallorca, principalmente en el edificio de la calle Mateu Enric Lladó, de Palma, que se asoma a las Avingudes y sigue llamando la atención por su arquitectura y dimensiones.
Tras la desamortización de Mendizábal en 1836, la comunidad agustina no retornó a Mallorca hasta 1890 y lo hizo decidida a actuar.
El 3 de noviembre de 1892, los agustinianos ya iniciaban clases en un colegio con el nombre de Dulcísimo Nombre de Jesús. Fue el origen de lo que conocemos ahora como el Colegio San Agustín, si bien su primera ubicación fue un inmueble de la calle Miramar, cedido por los condes de España. El primer director del colegio, con sólo un centenar de alumnos, fue el padre Vicente Fernández. A éste le seguirían 27 directores más hasta la fecha.
En 1894 comenzaron las obras del edificio actual y en el curso 1895-96 se iniciaron clases en la parte ya construida, con entrada principal en la calle del Socors. Entre 1920 y 1927, el centro estuvo cerrado. Desde 1936, los militares ocuparon una parte del edificio que no dejarían hasta 1963. En 1975, el colegio se convirtió en mixto y en 2007 se implantaron los uniformes a petición de los propios padres, por una cuestión de comodidad y practicidad.
Actualmente el centro imparte hasta 4º curso de la Educación Secundaria Obligatoria.
Numerosos profesionales de prestigio han pasado por las aulas de San Agustín: notarios, sacerdotes, abogados, médicos, embajadores, alcaldes, diputados, empresarios, arquitectos, militares, científicos, deportistas o artistas. Y no hay que olvidar la apuesta que ha hecho siempre San Agustín por el baloncesto, siendo todo un referente en este deporte. Un profesor y entrenador de San Agustín, Joan Barceló, falleció en 2017, recibiendo póstumamente la Medalla d’Or de l’Ajuntament de Palma.
Coincidiendo con la elección de León XIV, un agustino, cabe recordar que está en marcha la causa de beatificación y canonización del agustino mallorquín fray Francesc Cantarellas (nacido en Muro, 1884-1968). Esta causa ya ha concluido su fase diocesana. En la apertura, el rector del Socors, Jesús Miguel Benítez, destacó de Francesc Cantarellas que «vivió en esta casa la mayor parte de su existencia como sacristán y maestro. De su vida permanece un recuerdo entrañable, reflejado en una biografía publicada en 2007, y una callada admiración por su sencillez evangélica tanto en el Socors como en la comunidad del Colegio San Agustín y en todo el barrio de sa Gerreria».