Los turoperadores alemanes prevén un ligero incremento de las llegadas de turistas de su país a Balears durante la temporada baja, aunque esperan que las cifras veraniegas se mantengan relativamente estables. Es decir, que las expectativas se alinean con los objetivos de desestacionalización y contención de las llegadas durante los meses más masificados. Al menos sobre el papel.
Lo cierto es que el turismo alemán ya experimentó un importante crecimiento en los meses centrales en 2024: tanto en julio como en agosto, el incremento interanual de visitantes alemanes fue del 12 %, hasta alcanzar los 1,35 millones de personas. Las previsiones de los turoperadores del país es que esas cifras se mantengan este verano en Mallorca y Menorca (con ligeros incrementos para las Pitiusas), máxime cuando otros destinos como Turquía están compitiendo como opciones más económicas. De hecho, la cuestión del encarecimiento de la oferta balear, especialmente en Mallorca, ha sido uno de los temas recurrentes en los encuentros de la segunda jornada en la Feria Internacional de Turismo de Berlín (ITB).
Reuniones
El Govern se ha reunido con TUI, Der Touristik, Schauinsland y Alltours para tomarle el pulso a la temporada que se avecina. Como ya hiciera TUI en la feria de Madrid (Fitur) el pasado enero, el resto de turoperadores apuntaron que el cliente alemán, por lo pronto, está asumiendo la subida de precios, pero que esa aceptación tiene límites. También han especificado que el encarecimiento de la oferta hotelera se sitúa en torno al 35 % en los últimos cinco años.
Así lo ha resumido el director del área del Mediterráneo Occidental de Der Touristik, Nils Lüebbe. «En Mallorca estamos creciendo cerca de un 10 % en la temporada invernal y estamos muy satisfechos con eso. En verano rondaremos las mismas cifras: los precios suben porque se está invirtiendo en calidad y el cliente lo acepta, pero hay un techo de aceptación: si se siguen subiendo los precios van a buscar otros destinos más económicos».
Pese al tono de advertencia, el mensaje no podría haber sido mejor recibido por el Govern, que entiende que el encarecimiento responde a la modernización de infraestructuras y que la estabilización o reducción de llegadas en temporada alta no es un problema, sino un objetivo refrendado por el documento guía del Pacto por la Sostenibilidad presentado la semana pasada, las Bases para la Transición. La de los precios, y eso se ha repetido en innumerables ocasiones, no es una guerra que Balears quiera ni deba librar.
En esos términos se expresaron tanto el conseller de Turisme, Jaume Bauzà, como el director de la Agencia de Estrategia Turística de Balears (AETIB), Pere Joan Planas. «Es cierto que hay incremento de precios», ha señalado Bauzà para precisar que, por ahora, el impacto en la demanda «no es preocupante». Para Planas, «no ha de crearse un estado de alarma o de estrés por no competir en precios con otros destinos; hemos ido mejorando la calidad de la oferta y eso provoca mayores costes y ellos lo entienden perfectamente. Y no crecer en verano es buena noticia».
Por parte de TUI, se celebró un encuentro entre el CEO de la compañía, Sebastian Ebel, y la presidenta Marga Prohens. Ebel confirmó lo avanzado por este rotativo hace dos semanas: prevén llevar a Balears unos 2,1 millones de turistas este año, lo que consolida al turoperador como principal proveedor de visitantes para el Archipiélago.