En minúscula, para que no se incomoden ni los colectivos LGTBI ni tampoco el presidente del Parlament -que preside este sábado su propia gala institucional-, pero el discurso de la presidenta balear Marga Prohens, en la ceremonia de entrega de las distinciones de la Comunitat Autònoma solo puede resumirse como el discurso del día del orgullo.
Cerca de 40 veces ha dicho «orgullo» sin entrar en otras variantes del término (ejemplo «orgullosos») en su alocución. Después de una semana dejando que este último viernes de febrero se harían «anuncios potentes» por parte de la presidenta, todo quedó finalmente en una salva de pullas, o críticas ya hechas con anterioridad, desde la presidencia del Ejecutivo al Gobierno estatal y, de rebote, a la presidenta anterior del Govern, Francina Armengol y que ha asistido a la ceremonia (acude a todas las fiestas autonómicas que se celebran en España) en su calidad de presidenta del Congreso. Nada de lo que ha dicho Prohens ha sonado a nuevo y del mismo modo que hace un año hilvanó su discurso con ‘Somos’», que fue el lema de les Illes Balears de 2024, este viernes ha echado mano del que se ha elegido en 2025: ‘Orgullo. ¿Y la gala?, ¿la ceremonia en sí dando por hecho el orgullo que supone ser de Balears y que estas Islas no se resignaran nunca ni aceptaran migajas?
La música ha sido protagonista y el broche final -una bullanguera interpretada por un grupo de la Escola de Música y Danzas Bartomeu Ensenyat, que ha recibido uno de los galardones- ha sido celebrada, coreada y aplaudida. Hasta el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, ha intentado sonreír y hasta ha movido la cabeza. No las manos ni, desde luego, con el ímpetu de la presidenta balear y el presidente del Consell, Llorenç Galmés, cuando Tomeu Penya ha cantado Illes dins un riu. Por momentos parecía que iban a levantarse y salir al escenario. Un escenario del que, solo con su voz, se ha adueñado el barítono menorquín Simón Orfila.
El presidente del Senado, Pedro Rollán, también ha estado en la conmemoración. Es la primera vez que ocurre y eso ha evitado que la presidenta del Congreso se llevara todo el protagonismo. Y, de paso, ha impedido que toda las representación estatal fuera del PSOE. Uno de los mayores aplausos ha sido para el contingente de ayuda a la Dana. En el fondo, que la presidenta no haya hecho un discurso de gran calado político, ha permitido valorar a las personas premiadas que, eso sí, abarcan (casi) todos los ámbitos, incluido cine, deporte, empresarios y activistas sociales. También la totalidad de las Islas. Rudy Fernández se ha emocionado, de hecho ha llorado, al recordar a a su padre y decir que su sueño fue siempre ser como él. Balears no tiene himno y no ha sonado ninguno en su día del orgullo.
ca de bouI escrius es comentari en foraster?