Una setentena de trabajadoras de las escoletas concertadas por el Ajuntament de Palma se han manifestado este martespor la tarde en la Plaça d’Espanya para reclamar una subida salarial y denunciar que viven «un agravio económico intolerable» respecto al personal de gestión directa.
«¡Queremos ya las mismas condiciones!», es la consigna que la mayoría de manifestantes llevaban impresa en sus camisetas negras. Muchas asistentes, puesto que la mayoría del colectivo son mujeres, llevaron a sus hijos, y alguno sostenía incluso una pancarta crítica en la que se podía leer «Mi madre no es una educadora de segunda».
«Dignificación de 0-3 ya, nuestra infancia no se lo merece» fue el lema escogido por CCOO para su pancarta principal. Entre los miembros de UGT, una mujer sostuvo un cartel crítico donde se denunciaba que mientras en las escoletas de Son Roca, Santa Catalina y El Molinar se cobran unos 1.800 euros, en el resto el sueldo desciende a los 1.150 euros.
Por estos motivos, ambos sindicatos denuncian, como ya hicieron a principios de mes, que estas profesionales cuentan con la misma formación y realizan el mismo trabajo de cuidado y atención a la infancia, pero sus sueldos son «considerablemente más bajos que los de las trabajadoras de los centros gestionados directamente por el Ajuntament».
Según CCOO y UGT, el problema tiene su origen en el proceso de creación de nuevos centros de educación infantil, cuya gestión se cedió a empresas privadas mediante concursos públicos. Este modelo permitió reducir los costes de los servicios municipales a costa de la precariedad laboral del personal.
Además de sueldos de pena, muchas no ejercen como educadoras que son, sino como auxiliares de limpieza, cocina, comedor... En fin, estudian, hacen las prácticas en centro de educación infantil y que luego las contraten como limpiadoras, y sin ánimo de ofender o humillar a una profesión como cualquier otra.