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PROTESTA

Plataforma 'Renovables sí pero así no' clama ante el Consolat: «No queremos comer placas»

Plataforma 'Renovables sí pero así no' clama ante el Consolat: «No queremos comer placas». | GOB

| Palma,ESP |

La plataforma ciudadana '¡Renovables sí pero así no' ha celebrado este martes una protesta ante la sede del Govern, en el Consolat de Mar, reclamando que se preserve el suelo rústico para la agricultura y la ganadería ante la masiva instalación de centrales fotovoltaicas, al grito de: "No queremos comer placas".

A modo de regalo de Reyes a la presidenta del Govern, Marga Prohens, la entidad le ha llevado al Consolat una ensaimada cubierta de placas, ha reclamado que el suelo rústico se destine a fines agrarios y que Mallorca no se llene de instalaciones fotovoltaicas, para lo que ha reivindicado un cambio en las políticas prioritarias en transición energética, "centradas casi únicamente en la construcción de centrales fotovoltaicas en rústico".

Han advertido de que actualmente existen 76 centrales industriales fotovoltaicas en funcionamiento que ocupan 412 hectáreas y unas 100 en tramitación que pueden llegar a ocupar otras 1.350 hectáreas, han detallado en un comunicado en el que denuncian que están concentradas sobre todo en los términos municipales de Llucmajor, Palma, Marratxí, Buñola, Petra y Santa Margalida.

Han criticado que el Govern quiera cumplir el objetivo de que el 100 % de la energía consumida en 2050 sea de origen renovable y que el 70 % de ésta sea producida en las Islas Baleares "pero a costa del suelo rústico, descartando la instalación de estas infraestructuras en suelo urbano".

Con pancartas en forma de ensaimada y vestidos de payeses tradicionales, la plataforma ha denunciado que se mantenga el modelo económico "de crecimiento urbanístico y turístico sin límites que aumentará la demanda energética, y puede suponer llenar de placas más de 12.000 hectáreas de suelo rústico solo en Mallorca", que equivale al 7'5 % del suelo rústico disponible, unos 24.000 campos de fútbol.

Rechazan que la transición energética se base casi únicamente en la instalación de centrales fotovoltaicas en suelo rústico en un territorio "escaso y limitado", lo que aumentará la dependencia alimentaria del exterior, que actualmente es del 85 %.

"¡No queremos comer placas!" han proclamado ante la sede del Govern, al que han reclamado políticas concretas para la diversificación económica "donde la actividad primaria de producción de alimentos sea un eje básico que permite avanzar hacia la soberanía alimentaria, la producción de alimentos de proximidad y de kilómetro cero, donde la preservación de la biodiversidad y del paisaje tenga un valor básico como sumidero de carbono y sea considerado necesario para la calidad de vida de la ciudadanía".

Han reclamado a Prohens una moratoria urgente en la tramitación y aprobación de nuevas centrales fotovoltaicas en suelo rústico que permita una planificación energética y territorial sostenible.

La plataforma pide que las 12.000 hectáreas de placas solares se instalen en tejados de naves industriales, aparcamientos, edificios públicos e infraestructuras como autopistas, aeropuertos y puertos, y en zonas periurbanas o zonas altamente degradadas y solo de forma "excepcional" en terreno rústico.

Han recordado que, según la ley balear de Cambio Climático y Transición Energética las prioridades deben ser, en primer lugar, el ahorro energético, en segundo la eficiencia y solo en tercer lugar la generación de renovables. "Parece que se ha invertido el orden", han criticado.

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