Una decena de personas se dieron cita este lunes–sobre las 11.00 horas– ante la sede del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS), en General Riera, para protestar por la gestión de la institución con las custodias de sus respectivos hijos, que viven en centros de acogida. Aunque algunos venían a quejarse por sus propios casos, la mayoría estaban allí para apoyar a Antonia, una madre que asegura que a su hija de 14 años, Sara, «se la han llevado a Barcelona sin que yo firme nada».
Según explicaba ayer la progenitora, Sara (una de sus seis hijos) estaba en Es Temple, junto con uno de sus hermanos, hasta que «de la noche a la mañana se la llevaron». «Llevaba sin saber nada de ella dos semanas y se la llevaron para Barcelona» a otro centro protegido, según ella a Font Fregona. «Estamos aquí no para pedir que me la devuelvan a mi, sino para que la traigan de vuelta a Palma para que esté con su hermano [Kevin, de 10 años]. Mi niño se ha quedado solo y tiene una depresión que se muere», lamentaba Antonia.
Desde el IMAS, no entraron a valorar ayer este caso, pero recuerdan que los expedientes se abren cuando hay sospechas de haberse cometido alguna negligencia, además de que las retiradas son temporales y que su objetivo es la reparación del daño. Por ello, se trabaja con los menores, desde el primer momento, y con el núcleo familiar para propiciar finalmente la reunificación.