El PI cree que ha llegado el momento de aplicar políticas que desincentiven la inmigración a Baleares por lo que se refiere a la legal y atajar la inmigración ilegal. Es una de las claves de la ponencia política que debatirá la formación en el VII Congreso Balear que celebra a fin de mes. El PI renovará también su dirección, con la posibilidad de que la formación siga liderada por el actual presiden, Tolo Gili. La ponencia señala que hay quien ve xenofobia cuando se dice que hay que controlar la llegada de inmigrantes ilegales, mientras que otros se ponen «nerviosos» cuando se pretende limitar la llegada de los centroeuropeos. «Si al final todo el mundo puede venir o al menos puede venir un determinado colectivo según nuestras preferencias, podemos olvidarnos de hacer frente a la tendencia a la sobrepoblación», señala la ponencia.
Es uno de los aspectos en los que incide la ponencia: «Asumir que hace falta una defensa clara en la línea de desincentivar la inmigración en Mallorca, tanto legal como evidentemente la ilegal».
El PI señala que esta superpoblación ligada a la llegada de inmigración está vinculada al sistema económica y la ponencia apuesta por eliminar directamente la oferta turística de baja calidad, que la ponencia sitúa en un 15 % del total. Además de ayudar a la mejora del producto turístico, el PI cree que esta medida podría ayudar a reducir la presión humana en Baleares y la demanda de nuevos trabajadores.
Por lo que respecta a la situación interna de la formación, el PI se define como el único partido «libre» de Baleares, no subordinado a los que decidan desde Madrid, si bien reconoce que el partido se encuentra en un momento complicado por el aumento de una población ajena a la idiosincrasia de Baleares y porque la política cada vez gira más en torno a lo que pasa en Madrid, que termina definiendo después a la política balear. La ponencia reclama más cohesión interna y más vida de partido. «La visión del partido como un reino de Taifas es una amenaza que debe combatirse», dice el texto que se debatirá.
El documento con el que trabaja el PI mantiene algunas de las líneas identitarias de la formación, como la defensa de la lengua y la cultura propias, una revisión del modelo turístico que permita socializar los beneficios que produce, así como la necesidad de que Baleares tenga una financiación vía concierto.