Los tres obispos de Baleares (Sebastià Taltavull, de Mallorca; Gerard Villalonga, de Menorca; y Vicent Ribas, de Ibiza y Formentera) han presentado este lunes en Palma el documento de voluntades anticipadas que las tres diócesis han elaborado conjuntamente en base al documento de últimas voluntades del Govern y su adptación al de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
El objetivo de la iniciativa es que una persona pueda expresar sus deseos y preferencias respecto a los tratamientos que quiere recibir o no al final de la vida, cuando ya no esté en condiciones de decidir. En el documento se pueden reflejar cuestiones como el uso de medios de soporte vital, curas y tratamientos para paliar el dolor o la sintomatología más desagradable, si permanecer en el domicilio o en el hospital los últimos días de vida, la administración de fármacos o el deseo de un acompañamiento espiritual religioso.
En este último sentido, los tres obispos han destacado los casos en que «una persona creyente y activa en la fe durante toda su vida no tiene ninguna asistencia cristiana en sus últimos momentos porque así lo decide su familia. En casos aislados, nos hemos encontrado con la negación de asistencia espiritual por parte de algún centro hospitalario».
El modelo de documento estará disponible en las oficinas de registro de la administración autonómica y en las oficinas informativas y de asesoramiento que han abierto las tres diócesis en sus sedes. También se podrá descargar de las páginas web de los tres obispados y en la de la CEE.
La validez del documento se podrá habilitar a través de un notario, ante tres testigos, en el Registro Civil y en los propios obispados. Una vez validado, se incorporará al historial clínico de la persona interesada.
El director del Secretariat Interdiocesà de Pastoral de la Salut de les Illes Balears, Francesc Carmona, ha explicado que «este documento pone en valor el acompañamiento a los enfermos y la celebración de eucaristía, exequias y entierro o incineración si así lo desean». En este punto, Taltavull ha señalado que «la Iglesia acepta la cremación, pero con la consideración de que las cenizas tienen que enterrarse al igual que los cuerpos, pues la tierra es de donde procedemos».