250.000 personas en riesgo de pobreza o exclusión social, el 21,5 por ciento de la población balear. Este es el dato más llamativo del último informe sobre el Estado de la Pobreza en Baleares, que se presentó el año pasado. La Fundación Patronat Obrer, con 117 años de historia, atendió el año pasado a 4.880 personas en situación de vulnerabilidad en sus diferentes proyectos, y como adelanta Catalina Serra, presidenta de esta entidad sin ánimo de lucro, «el número de personas en riesgo de exclusión social no va a descender».
Nadie quiere ser pesimista o agorero. Solo hay que echar un vistazo a la situación de la Comunidad. Uno de cada dos residentes tiene dificultades para llegar a final de mes, un porcentaje que se había ido reduciendo desde 2018 pero que este año experimenta un repunte importante, en parte ocasionado por el incremento de precios que se registró el año pasado. El precio de la vivienda tampoco ayuda: el 52,7 por ciento de la población pobre tiene gastos de vivienda superiores al 40 % de su renta disponible.
Según datos de la Agencia Tributaria, los barrios del Nou Llevant y alrededores, como Son Canals, Son Gotleu y Pere Garau, cuya población es la que acude mayoritariamente a la Fundación Patronat Obrer, son los que presentan las rentas per cápita más bajas de Palma. El perfil del usuario es el de una persona vulnerable, con escasos recursos económicos y muchas veces no cuentan con una red de apoyo a su alrededor. Una buena parte de los usuarios atendidos son de origen extracomunitario, especialmente de países de Latinoamérica, norte de África y África central.
En este sentido, Catalina Serra, al frente de Patronat Obrer, apunta que «está aumentando la demanda de personas recién llegadas, que no conocen el idioma y que acuden a a nuestra entidad para unirse a los cursos de español. Por ejemplo, para este año ya hay más de 40 personas apuntadas en distintos grupos de enseñanza». Respecto a sus necesidades, el acceso a la vivienda se ha convertido en el principal problema, pero también presentan necesidades para aprender y mejorar el idioma, encontrar un trabajo estable y poder conciliar familiar y laboralmente, ya que no suelen contar con una red de apoyo familiar.
Según la memoria de la Fundación, en el servicio de concertación de Orientación Laboral, promovido por el SOIB, se atendieron a 560 personas de colectivos vulnerables, logrando la inserción laboral de 169 personas; en los distintos cursos de formación -Auxiliar de Peluquería, Auxiliar de Estética, Electricista, Fontanería y Camareras de pisos- se atendieron 156 personas; en los proyectos de Infancia y Comunitario llegaron a 3.700 personas; y en el proyecto de integración social se atendieron a unas 200 personas que se dedicaban a la venta ambulante no reglada. Estos datos significan un aumento del 7 % de usuarios atendidos respecto al año anterior.
Este jueves, con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, la Fundación Patronat Obrer ha organizado un acto en su sede en el que se leerá un manifiesto en el que se comprometen a seguir poniendo su granito de arena y fomentar el trabajo en red con otras entidades y con las Administraciones Públicas para erradicar la pobreza.