El Pi ha señalado que la única solución para mitigar el descontrol y dejadez de la Delegación de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Baleares es transferir las competencias a la comunidad autónoma y aumentar el personal. «No es lógico que más de 7.500 alumnos estén a la espera de poder examinarse del carné de conducir. Es una vergüenza», asegura el portavoz de la formación regionalista, Antoni Salas.
En una nota, El Pi considera que debe ponerse en marcha un plan especial para acabar con esta situación, ya que «faltan examinadores, personal administrativo y nadie pone remedio».
«Necesitamos personal y que éste esté bien dotado y supervisado», ha dicho Salas, quien ha lamentado «el problema de siempre», referente a los pluses por la insularidad. «Nadie quiere quedarse en las islas porque los pluses son bajos y el coste de la vida es muy alto», ha aseverado.
Por ello, el partido ha propuesto un plan especial que contemple un aumento del personal de la DGT y un aumento de los complementos de insularidad, y que el servicio esté bien dotado transfiriendo la competencia a la comunidad autónoma.