Cuatro municipios de Mallorca pierden más de la mitad del agua que discurre por sus tuberías y 31 localidades están por encima de los parámetros máximos de fugas que establece la normativa, según el último balance de datos del Portal del Agua del Govern.
El porcentaje de pérdidas autorizado se va reduciendo año a año con el objetivo final de llegar al cero absoluto, pero queda mucho por hacer. Si no se corrige la situación, solo Sant Joan, Alcúdia, Pollença, Sóller, Son Servera, Calvià y Sant Llorenç estarán dentro de los parámetros autorizados en el año 2027.
El Govern y el Consell han decidido sumar esfuerzos para evitar el desastre, teniendo además en cuenta que el incremento del consumo durante la temporada alta turística y la sequía, están obligando a algunos ayuntamientos a imponer restricciones de agua verano tras verano.
En el ránking del desperdicio de agua en Mallorca, Campos es la localidad que sale peor parada. En 2023 perdió casi un 70 % del líquido que inyectó a la red de suministro. Le siguen Esporles con más de un 60 % de pérdidas y Artà y Consell, ambas con más de un 50 %. Sant Joan muestra la otra cara de la moneda, pierde menos de un 5 % del agua que llega a los grifos de sus vecinos. Comparte el pódium de la eficiencia con Alcúdia y Pollença que ocupan el segundo y tercer puesto.
Solo 22 de los 53 municipios de Mallorca cumplen con los límites que establece la normativa y tendrán que hacer los deberes si quieren mantener su puesto en la curva de aprovechamiento. Valldemossa y Santa Margalida aprueban por los pelos (con un porcentaje de fugas superior al 25 %). Palma les sigue de cerca con algo más del 20 % de fugas en su red.
Aunque son los ayuntamientos de Mallorca quienes tienen la competencia en materia de suministro domiciliario de agua ‘potable’ el Govern vigila a través del departamento de Recursos Hídrics todo el proceso. El problema de las fugas es grave, pero la falta de agua potable en buena parte de los municipios de las Islas lo es aún más.
Nueve municipios siguen sirviendo agua no apta para el consumo urbano en algunas de sus barriadas o núcleos residenciales, según la última actualización de datos de finales de 2023. Algunos municipios gestionan este suministro básico de forma directa pero también los hay que delegan esta responsabilidad a empresas concesionarias. En todos los casos se realiza un estricto control sanitario de forma que los residentes pueden consultar en el SINAC (Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo) la calidad del agua que sale de sus grifos.
La Dirección General de Recursos Hídricos solicita en los ayuntamientos y gestores de redes de abastecimiento que envíen la información relativa a los abastecimientos con una frecuencia mínima anual.