El mercado de la vivienda de lujo parece haber tocado techo en Baleares. Así lo aseguran al menos desde las agencias especializadas en este segmento inmobiliario, quienes hablan de un pinchazo en el volumen de operaciones que hace de 2024 el año en el que está mostrando un peor comportamiento desde la pandemia. Tampoco es que se trate precisamente de un segmento que haya gozado de mala salud en el último lustro, sino más bien todo lo contrario. Precisamente por ello, se está leyendo el frenazo actual en las compraventas como una constatación del efecto suflé que algunos vaticinaban con respecto para este mercado después del crecimiento desbocado de los últimos años.
Este descenso, en cualquier caso, es probablemente multifactorial, tal y como apunta Hans Lenz, presidente de la Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI). «Nos gustaría saber a qué se debe, aunque creemos que responde a diferentes causas», señala para añadir que el caso es que «los precios han subido también para este tipo de mercado».
No es para menos. Según el portal Idealista, las casas más caras de España se ubican en Mallorca: la primera en El Toro (Calvià) por 41 millones de euros y la segunda en Pollença, por 39 millones. Cerca de una cincuentena de los inmuebles en venta expuestos en el portal superan los 20 millones de euros. Es decir, que mientras las viviendas para la clase media y trabajadora se han puesto a precios de lujo, el mercado del lujo ha ido derivando hacia el superlujo. «Todo el producto que sigue saliendo al mercado, sean unifamiliares o plurifamiliares, es producto de lujo», señalaba el presidente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos (COAAT) de Mallorca, Luis Alfonso de León.
«Hay una tendencia a la ralentización importante: se está moviendo mucho menos que antes», afirma Lenz para explicar que probablemente eso desembocará en una bajada de precios. «En el fondo eso es bueno para que la situación se normalice», indica en relación al boom experimentado en Baleares con este tipo de producto, en lo que define como «una verdadera avalancha» en los últimos dos años que se vio complementada con su introducción en las zonas rurales alejadas de la costa, su emplazamiento tradicional. Una búsqueda de espacios abiertos espoleada por la pandemia.
«Se nota que la presión financiera para invertir en unifamiliares de lujo ha bajado porque los tipos de interés hacen que otro tipo de inversiones sean también interesantes». De hecho, la evolución del mercado del lujo es un pequeño reflejo de lo que está sucediendo a nivel global, con un descenso en las operaciones coincidentes con unos precios que no solo son los más altos, sino también con un ritmo de encarecimiento que no encuentra parangón en todo el territorio nacional.
Así, las estadísticas del Colegio de Registradores sobre el segundo trimestre de 2024 muestran un descenso del 19 % en el total de compraventas de vivienda en Baleares con respecto al mismo periodo del año anterior. La actividad desciende a la par que los precios van subiendo: esta caída en el volumen de operaciones coincide con un incremento interanual de más del 9 % en el precio del metro cuadrado, que se sitúa en los 3.477 euros, el más alto de España (2.004 euros de media).
El incremento es también el más acentuado con diferencia, muy por encima de la media estatal (2,6 %). Por otro lado, el porcentaje de compras por parte de extranjeros sigue siendo el mayor del país: un 33 %, es decir, una de cada tres operaciones.