El Partido Popular (PP) y Vox han asumido plenamente la continuidad de Gabriel Le Senne, de Vox, al frente de la Presidencia del Parlament, incluso aunque el partido de ultraderercha no dé por recompuestos los acuerdos que la dirección nacional de ese partido dio por rotos el 11 de julio y que provocaron su salida de varios ejecutivos, no del de Baleares pues Vox sólo le da apoyo externo.
El 3 de septiembre, salvo algún episodio judicial que lo impidiera y que no parece que ese día se haya concretado (que el presidente del Parlament hubiera sido imputado o inhabilitado como consecuencia de la denuncia presentada por Memòria de Mallorca y las familias de Aurora Picornell y las hermanas Pascual, las Roges del Molinar), el grupo parlamentario Popular no votará a favor de la remoción que ha izquierda ha presentado.
Los dos partidos se van de vacaciones con esa idea. Este viernes, y a la vista de informaciones contradictorias sobre que ya se había cerrado un acuerdo mucho más amplio y que incluía el sí a los Presupuestos, portavoces de ambos partidos lo descartaron en su totalidad aunque informaron de una ronda de conversaciones a partir de la última semana de agosto para sentar las bases de una nueva relación. «Ahora estamos todos de vacaciones», dijeron. Y otro dato, aportado tanto desde el PP como desde Vox: en ninguna de las comunidades donde el partido ultra preside las cámaras legislativas ha pedido el PP la renuncia, ni siquiera allá donde se han roto gobiernos. Aunque el PP balear sí parecía dispuesto a forzar la caída de Le Senne (incluso el miércoles hubo declaraciones del PP muy críticas con el presidente de la Cámara), ambos partidos entienden ahora que eso daría munición gratuita al PSIB y que este partido lo presentaría como un triunfo político aunque Mauricio Rovira (PP) relevara a Le Senne. La continuidad de Le Senne tiene contrapartidas que se irán negociando en contactos en clave estatal aunque «en clave de Baleares», según el PP de Prohens.
Cinco asuntos
«Paso a paso», insistieron este viernes desde el PP donde se habla de «una nueva relación» en la que los dos partidos mantengan sus propios perfiles. «Nosotros no somos Vox y tenemos diferencias», acostumbra a decir el portavoz del Govern, Antoni Costa.
Hay cinco asuntos sobre los que los dos partidos tiene que alcanzar acuerdos: la ley de simplificación administrativa, la ley de Memoria Democrática, posibles cambios en el plan piloto sobre la lengua, políticas de inmigración y los Presupuestos. Vox no bloqueará los Presupuestos si obtiene una respuesta satisfactoria en estas cuestiones.