Las mujeres en Baleares están recibiendo cada vez más ciclos de fertilización in vitro (FIV) e inseminación intrauterina (IIU). Según los datos de 2020 a 2023 de la Seguridad Social, se ha notificado un aumento en los ciclos de tratamiento de fecundación in vitro en un 44%, y de inseminación artificial en un 29%. Teniendo en cuenta que se trata solo de datos que provienen de sanidad pública. Aun así, Baleares supera la tendencia europea presentada en por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) el pasado martes 9 de junio en Ámsterdam.
Mientras que en Europa la edad media de las mujeres al nacer su primer hijo ronda los 29 años, en España esa cifra sufre un aumento hasta los 32. Siendo los 35 años, la edad máxima de fertilidad en la que se consideran que los óvulos son fértiles y sanos. En el archipiélago, según la doctora Clara Colomé, directora de IVI Baleares, «aunque cada vez se tiene el primer hijo más tarde, las pacientes que optan por la vitrificación de ovocitos son cada vez más jóvenes».
La vitrificación de ovocitos, comúnmente conocida como congelación de óvulos, aumenta en popularidad entre pacientes más jóvenes. La experta indica que «se nota una mayor concienciación sobre las técnicas de reproducción asistida por parte de la población». Y añade, que cada vez son más las personas que optan por preservar la fertilidad de sus óvulos mediante el proceso de congelación. En la clínica IVI, la edad media de las pacientes que deciden conservar los ovocitos para un uso futuro y postergar la maternidad se ha reducido a los 35 años, cuando anteriormente era de 38.
Sin embargo, esta técnica solo representa el 15% de los tratamientos de fertilidad realizados. Los procedimiento que representa el 80% de la reproducción asistida son la fecundación in vitro (FIV) y la ovodonación. Siendo la FIV la técnica más empleada tanto en ámbito europeo como balear, a pesar de que la ovodonación es la que muestra los resultados más positivos. Este tratamiento de reproducción asistida es posible gracias a una donante de óvulos menor de 35 años, mientras que la futura madre tiene una media de edad de 40 años.
El perfil de los pacientes que buscan la maternidad en la clínica IVI son en su mayoría parejas homosexuales, representado el 75%. Por otro lado, las mujeres de forma individual constituyen el 15%; y las parejas de mujeres, el 10%. No obstante, un tercio de todos estos beneficiarios son de origen extranjero. «Es importante que se siga concienciando a la población sobre el cuidado de la fertilidad», expresa la doctora. Para ello, se tiene que dar la situación «ideal» con unos óvulos menores de 35 años, un estilo de vida sano con una dieta rica en frutas y verduras, evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y alejarse de productos que puedan contener disruptores endocrinos. Y en esta situación, tan solo hay un 16% de posibilidades de conseguir el embarazo.