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Masificación turística

Marxa Guiri contra la masificación turística en Mallorca

Unas 60 personas recorren el centro de Palma ataviadas con elementos propios de los turistas

Al llegar al tramo más estrecho de la calle Sant Miquel, los participantes en la Marxa Guiri se han sentado de lado a lado de la vía para que los turistas reales tuvieran la misma sensación de agobio que los residentes. | Jaume Morey

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Convocadas por Joventut pel Clima-Fridays for Future Mallorca, unas 60 personas han recorrido este viernes el centro de Palma en la llamada Marxa Guiri, en protesta contra la masificación turística.

Pere Joan Femenia, portavoz de Fridays for Future, ha declarado antes de iniciarse la marcha que «ésta es una protesta contra el turismo de masas como acto previo a la manifestación del 21 de julio. Criticamos la gentrificación y que la vivienda y el comercio estén dirigidos hacia el turismo y no hacia los residentes».

La marcha ha tenido un carácter lúdico y festivo, y la convocatoria invitaba a participar vestidos de turistas. De este modo, no han faltado los trolleys, las maletas, los calcetines blancos en sandalias, los sombreros, las gafas de sol y las cajas de ensaimadas.

El recorrido se ha iniciado en la Plaça de la Porta Pintada para seguir por Sant Miquel, Plaça Major, Jaume II, Cort, Palau Reial, la Seu y acabar en la Llonja.

A propuesta de Femenia, los presentes han aprendido la conocida canción Puente a Mallorca, de Los Mismos, pero cambiándole la letra e incorporando Colapso en Mallorca al estribillo. Así, la canción ha sido coreada en diversas ocasiones a lo largo de la marcha.

Para que los turistas reales tuvieran la misma sensación de agobio que los residentes, los participantes, al llegar al tramo más estrecho de la calle Sant Miquel, han decidido sentarse y ocupar todo el espacio, de lado a lado de la vía. Algunos viandantes y turistas reales se han sorprendido por la acción y se han detenido, pero otros no han dudado en atravesar el muro humano que se había formado.

Hasta el final de la marcha, los participantes han coreado consignas contra Airbnb, los hoteleros, la ocupación de las terrazas, el consumo turístico del agua o la proliferación de coches de alquiler. De modo irónico, en su papel de turistas, también han cantado I love Mallorca y We love Mallorca.

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