El pasado jueves 6 de junio una barca de arrastre de la flota de las Baleares capturó accidentalmente 5 atunes de 200 kilos cada ejemplar, muertos y en estado de descomposición, ha informado este miércoles la fundación Marilles. La principal hipótesis que se maneja es que los barcos atuneros que pescan en el Mar Balear, para nutrir las granjas de engorde que hay Murcia y Tarragona, lanzan al mar los atunes que mueren durante la operación (pesca, paso a jaula y transporte de jaulas) para que no se computen en su cuota.
Estas «malas prácticas» han sido una «constante» durante los últimos años y tienen consecuencias muy negativas, tanto para los pescadores de las islas, como por la salud ambiental de nuestro mar. Desde Marilles, se considera que es «muy grave» que un pescado de altísimo valor comercial y ecológico como es el atún se deje perder de este modo, «impactando» sobre la flota balear. Estas prácticas afectan negativamente a la flota pesquera de Baleares porque pescar atunes en descomposición les hace perder el jornal y pone en riesgo sus aparejos de trabajo, señala esta entidad. También supone un «doble reproche» porque los atunes muertos no son aprovechados y la captura de la barca de arrastre queda inservible y no se puede comercializar.
Además, continúa relatando Marilles, amenazan la sostenibilidad del recurso, puesto que hay una cantidad de toneladas de atún que se pescan pero que no se contabilizan porque se tiran al mar, además de la pérdida de recurso pesquero balear derrochado. Estos impactos son «todavía más difíciles de asumir» teniendo en cuenta que la flota balear dispone de menos de un 1 % de la cuota total de atún que el Ministerio de Pesca distribuye entre la flota de pesca española. En concreto, se trata de un 0,74 % (50 Toneladas métricas sobre las 6.783 Tm totales para 2024).
El Mar Balear, subraya esta fundación, es una zona clave para la reproducción de diferentes especies de atún y es el lugar del mundo donde se ha detectado más densidad de huevos y larvas de atún rojo. Actualmente, los pescadores recreativos no tienen acceso a ni una sola tonelada de atún, a pesar de que es una especie que se pesca de forma accidental y furtiva. Por todo lo relatado, Marilles pide una investigación a fondo para identificar a las embarcaciones y empresas responsables de esta actividad ilegal y conocer el alcance del problema porque, ahora mismo, no se sabe si los atunes muertos lanzados al mar balear son unas decenas, centenares o miles.
También exigen que el Gobierno español «pare» la pesca de atún en aguas del Mar Balear en las embarcaciones susceptibles de haber creado este problema hasta que se tomen las medidas que garanticen que estos acontecimientos no se vuelven a ocurrir. Otra propuesta es que se penalice a las empresas que hayan cometido estas prácticas con una reducción de cuota, además de una sanción económica. Finalmente, Marillas propone una redistribución de la cuota de atún en favor de la flota balear y que se considere también abrirla a la flota recreativa, cumpliendo siempre con las condiciones necesarias para minimizar el riesgo de prácticas ilegales.