Més y Podemos se quedarían sin presencia en el Ayuntamiento de Palma si las elecciones del domingo hubieran sido municipales. La otra gran novedad de la jornada es que el partido de Alvise, Se Acabó la Fiesta tendría representación en Cort con dos concejales. Lo haría a costa de Vox, que pierde un tercio de su representación en Palma y baja de seis a cuatro representantes.
Los dos grandes beneficiados de las elecciones de este domingo, de haber sido autonómicas, serían el PP y el PSIB. El PP gana dos concejales y se queda en 13 representantes. En cualquier caso, el PP seguiría necesitando el apoyo de Vox para gobernar ya que se queda a dos ediles de la mayoría absoluta, que está en los 15 concejales.
El PSIB también gana dos ediles y pasaría de 8 a 10 asientos en el salón de plenos. Los socialistas logran una meritoria remontada y pasan del 24,87 % de hace un año a conseguir el 29,25 %, una subida muy superior a la que han experimentado en toda Baleares.
Los resultados de ayer reflejan una diferencia sustancial con respecto a los que se dieron hace un año en las municipales. El PSIB se quedaría como el único partido de izquierdas en Palma, con 10 de los 19 concejales totales. Eso supone que los otros 19 representantes en la ciudad son concejales de derechas, incluida la ultraextrema derecha de Alvise, que suman el 65 % de la representación total en Cort.
Un análisis comparativo de los resultados del domingo con los de hace años dejan a las claras el descomunal batacazo en Palma de los partidos a la izquierda del PSIB. Ninguna de las tres formaciones que se presentaba a los comicios, Més, Sumar y Podemos, llega al 5 % de los votos mínimos para lograr representación. El que más se acerca es Sumar, con un 4,6 % de los votos, pero el descalabro total lo ha sufrido Més, con menos votos que Podemos: un 3,63 %, muy lejos del 9,33 % que obtuvo hace un año. Podemos baja del 5,09 % de 2023 al 3,66 % de este domingo.
El partido que sufre un retroceso importante es Vox. En mayo de 2023 logró en Palma el 20,47 % de los votos. El domingo se quedó con el 12,66 %, lo que significa que se ha dejado por el camino el 38 % de la representación que obtuvo hace poco más de un año. Esos votos perdidos, muy por encima de la media en Baleares, se han ido al partido Se Acabó la Fiesta, que logra un 5,68 % y al PP; que sube del 32,18 al 35,07 %.