El regidor de Movilidad y presidente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Palma, Antoni Deudero, se ha puesto en contacto con la asociación Ben Amics para prestarse «a disposición» de la víctima de la agresión homófoba en un autobús, al tiempo que ha defendido la actuación del conductor, ante las críticas por no haber intervenido. En un comunicado, el Ayuntamiento ha indicado que la empresa pública está «trabajando para esclarecer la agresión física denunciada por un joven que viajaba en un autobús el pasado lunes por la noche y que, tal y como ha informado Ben Amics, fue agredido durante el recorrido». La asociación LGTBI ha informado este miércoles de que un joven fue «brutalmente agredido» por otro usuario que habría comenzado a insultarle y después tirado sus pertenencias por el suelo; la víctima recibió arañazos en el cuello y la cara hasta que consiguió bajar del bus. La asociación explicaba que sólo intervino otro pasajero en el momento de abandonar el vehículo, y también fue «agredido violentamente».
El joven se refugió en un comercio cercano a la parada y después fue atendido por los servicios sanitarios. Según la EMT, la Policía Nacional ya ha solicitado a la empresa pública la grabación de las cámaras de seguridad del autobús. Ante la denuncia, el regidor de Movilidad ha trasladado que ni el Ayuntamiento ni la EMT «pueden permitir que se produzcan agresiones de tipo homófobo ni de ningún tipo contra ninguna persona».
En cualquier caso, Deudero ha defendido la actuación del conductor frente a las quejas por su «pasividad» durante la agresión. «Cuando se produce una agresión dentro de un autobús, el conductor, si es consciente de que se está produciendo, tiene que llamar al Control Central de la EMT, informar de la agresión y pedir que acuda la policía», ha apuntado. En esta línea, ha aclarado que «el protocolo señala que el conductor, en ningún caso, tiene que intervenir ya que no tiene autoridad para hacerlo y porque puede poner en peligro su integridad física».