La profesión de la enfermera, ocurre con otras tantas, ha pasado por un proceso evolutivo que comenzó con la propia evolución del ser humano. Los primeros testimonios se encuentran en la Prehistoria, donde se vio que hubo cooperación y personas que ayudaban a otras a recuperarse de roturas como la del fémur. La actividad basada en el cuidado se ha estudiado en base a tres aspectos claves: la compasión, el oficio y la profesión.
«Las enfermeras tienen un origen muy antiguo, por ejemplo, en Mallorca, en 1311, ya tenemos la definición de la persona que cobraba por hacer esta actividad y se le llamaban «infermere fembra qui pensa de les malades de espital», explica la experta en Historia de la Enfermería y profesora de la UIB, Gloria Gallego.
Florence Nightingale
Este 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermera, «lo que se celebra es el cumpleaños de Florence Nightingale (1820-1919), que fue la precursora de la enfermería laica, un modelo anglosajón que se basaba en no contar con religiosos para ejercer la profesión», explica Gallego.
En el desarrollo de la profesión tuvieron un papel clave las guerras, que siempre han provocado la necesidad de cuidar. A raíz de Nightingale, nace la Cruz Roja y surgen escuelas de enfermeras voluntarias. En España, aparecen con la Guerra del Rif y en Mallorca, desde finales del siglo XIX, tuvieron «gran importancia» las Germanes de la Caritat de Sant Vicenç de Paül, que establecieron una red «muy peculiar» de conventos que ofrecían cuidados. También fueron relevantes las Agustinas Hermanas del Amparo y las Franciscanas Hijas de la Misericordia.
«Ponían inyecciones, ayudaron a que la mortalidad infantil mejorara muchísimo, de tal manera que la transición demográfica se adelantó en la Isla, gracias a su participación como maestras, enseñando normas de higiene. No está suficientemente reconocida su labor, su aportación fue imprescindible», asegura.
En 1915, a instancias de una de las Siervas de María (Madrid), se establece en España el título de enfermera oficial, que tenía la exigencia de unas prácticas y dos años de estudios. En Balears, surge la Escuela de Santa Madrona, en 1932, auspiciada por La Caixa, con escuelas en Palma, Máo y Eivissa. Cierran en 1936 con la Guerra Civil española y, a pesar de los intentos, no vuelven a abrir.
Existían practicantes, matronas y enfermeras. «Las matronas antes de regularizarse en título, en la ley Moyano, era una actividad entorno al parto que transcurría entre mujeres y en le ámbito doméstico y se mantuvo así hasta que se medicalizó en la segunda mitad del siglo XX», dice. En 1952 se unifican los tres títulos en uno solo: ayudante técnico sanitario (ATS).
En Mallorca se crea la primera escuela femenina de ATS, en 1961, en el hospital de Son Dureta, inaugurado en 1953. También existieron otras dos en Palma, una masculina, la de San Juan de Dios, y la de la Policlínica Miramar. Desde 1977, las enfermeras pasan por la universidad para adquirir el título de Diplomado en Enfermería, hasta llegar al curso escolar de 2009-2010, cuando se convierte en un grado, a través del Plan Bolonia.
Al preguntarle sobre cómo ve el panorama actual de la enfermería, Gloria Gallego es categórica: «La gente se ha quedado con la idea de que es una profesión delegada, que no tiene autonomía y va a costar mucho cambiar esa visión». «Desgraciadamente estamos trabajando con unas condiciones que no son lo suficientemente buenas para que la gente que se ha ido a trabajar fuera vuelva. En la última promoción de la UIB de la que fui tutora de trabajos de fin de grado, supervisé a tres chicas. Se fueron a trabajar al extranjero y ninguna ha vuelto. No es una excepción, se forman y se van fuera, donde están bien pagadas y tienen una carrera profesional. Eso aquí no se da», lamenta.
El apunte
La enfermería durante la Guerra Civil española
El estallido de la Guerra Civil española en el año 1936 hizo que las enfermeras, como el resto de la población, tuvieran que elegir un bando. En este sentido, se pusieron sus conocimientos al servicio de sus ideas, de tal manera que algunas ayudaron a los republicanos y otras, a los nacionales. Hubo voluntarias en las Brigadas Internacionales y vinieron más de 600 de más de 50 países distintos. Otras en cambio eran carlistas o de la Falange. Algunas incluso se fueron para formar parte de la División Azul y ayudar y defender al Tercer Reich alemán.