El sector del transporte de mercancías de Baleares han puesto el grito en el cielo tras la sentencia del Tribunal Supremo que determina como tiempo de trabajo y no de descanso el tiempo que un conductor pasa en el barco durante el traslado de su vehículo. Las patronales de las Islas han alertado de que la resolución tendrá un fuerte impacto económico que se traducirá, en última instancia, en un nuevo encarecimiento de los productos que llegan al Archipiélago.
La sentencia se deriva de una demanda interpuesta por un conductor de una empresa valenciana que fue despedido y que transportaba habitualmente mercancías entre la península y Baleares. El conductor incluyó en sus reclamaciones una indemnización por todo el tiempo que pasó en el camarote durante los trayectos, considerado como tiempo de descanso al no pasarlo a bordo de su vehículo. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana le dio la razón al considerar que esos lapsos de tiempos deben ser considerados como tiempo de trabajo, y observó que «mientras permanecía embarcado tenía que estar disponible para cualquier emergencia o cuestión que surgiera, sin disponer con libertad de su tiempo, dejar la embarcación o atender su vida privada o familiar». Una sentencia que ha sido posteriormente ratificada por la Sala de lo Social del Tribunal Supremo.
Desde la Federación Empresarial Balear del Transporte (FEBT) -afiliada a CAEB- han manifestado su preocupación por este hecho, ya que «esta sentencia hace mucho daño: de consolidarse jurisprudencialmente ocasionaría un impacto muy fuerte a las empresas de transporte de mercancías que operan con la península». En ese sentido, argumentan que las empresas del sector no disponen de suficientes conductores para afrontar las derivadas de esta sentencia, puesto que, de considerarse como de descanso el tiempo que el trabajador ha pasado en el camarote «tendría que descansar a su llegada y eso implicaría poner más conductores, cuando ya tenemos muchos problemas para encontrarlos ahora mismo».
Asimismo, aseguran que desde la FEBT se ha solicitado ya una reunión con la directora general de Treball y la directora general de Mobilitat del Govern a fin de tratar esta cuestión y para que las empresas no se vean, ya que «no solo encarecería el producto para los consumidores, sería una auténtica catástrofe para todo el sector».
«Si consideramos de trabajo las 14 horas de ida y vuelta en barco eso supondrá que los conductores solo podrán trabajar tres días a la semana como mucho», protesta el presidente de la Agrupación Mercancías de Baleares y vicepresidente de FEBT, Ezequiel Horrach, quien además advierte de que «esta sentencia no traerá nada bueno para nadie en Baleares, ni para el transporte ni para los consumidores».
Similares valoraciones se han emitido desde la patronal PIMEM-ASTAM, cuyo presidente, Jeroni Valcaneras, ha advertido que de existir una nueva sentencia en el mismo sentido «se creará jurisprudencia y ocasionará un fortísimo impacto tanto económico como organizativo de la actividad de trabajo de las empresas transportistas que tienen servicios en nuestras islas».
De este modo, Valcaneras califica de «inasumible» para una empresa que un segundo conductor espere en el puerto y haga el relevo, ya que el chófer que ha viajado tiene la obligación de descansar nueve horas», señala para subrayar que la propia reglamentación europea califica el tiempo pasado en el camarote como de descanso. Y advierte: «hablamos de un encarecimiento de muchas materias primas y productos básicos, hablamos de subir un eslabón más en el encarecimiento de la vida en las Islas, en las dificultades para llegar a final de mes y de pérdida de competitividad».