El mercado inmobiliario continúa evolucionando según sus propias reglas, ajeno a cuestiones como la del ahorro del agua, por ejemplo, en plena época de prealerta de sequía en Baleares. Las piscinas son hoy elemento onmipresente en las promociones premium y factor imprescindible en la ecuación del negocio inmobiliario: las piscinas de lujo suponen un incremento del precio de hasta el 75 % en comparación con las propiedades sin piscina en el caso de las unifamiliares de alta gama. Una piscina normal, la encarecería un 50 %.
Así se desprende del estudio del mercado inmobiliario vacacional en Mallorca realizado por el Centro de Estudios Inmobiliarios (CRES) del Steinbeis Transfer Institute (STI) -de la Academia Inmobiliaria Alemana- y encargado por Porta Mallorquina. Dicho informe, centrado en las propiedades vacacionales en venta, certifica que el encarecimiento que supone la inclusión de la piscina es significativamente mayor en el caso de las unifamiliares.
«Las piscinas de los pisos suelen ser comunitarias y por lo tanto no influyen tanto en el precio», señala el estudio para establecer que la piscina de lujo supone un encarecimiento medio de la oferta del 30 % en relación a las viviendas que carecen de ella, mientras que una piscina sencilla implica una subida de precio del 19 %.
Por otra parte, el estudio apunta a una subida de los precios de hasta el 78 % desde 2015 en este segmento de la oferta inmobiliaria en Mallorca, que el pasado enero alcanzó los 5.800 euros por metro cuadrado. En el caso de las viviendas vacacionales de lujo, la media en 2023 llegó a los 10.900 euros.
Timo Weibel, socio franquiciado de Porta Mallorquina, señala que los precios se atemperaron «un poco» el año pasado después de la explosión de los dos años anteriores, aunque eso no significa que vaya a producirse una bajada próximamente. «Quien espera una caída significativa de los precios, como en Alemania se sentirá decepcionado», asevera para destacar que, a diferencia de años atrás, «ahora se tarda varios meses en vender una casa».
Por su parte, el profesor Marco Wölfle, director del estudio, asegura que durante el año pasado Mallorca potenció su posición como «uno de los destinos vacacionales y un a de las ubicaciones inmobiliarias más solicitadas de Europa». En ese sentido, enfatiza la correlación existente entre intensidad turística y demanda inmobiliaria, la cual «permanece intacta». Uno de los factores decisivos, argumenta, para que Mallorca compagine la crisis habitacional que padece con su condición de «mercado inmobiliario estable y lucrativo».