Los peatones que caminaban cerca del Palacio de Congresos de Palma este domingo casi no podían creer lo que veían sus ojos: en una zona vallada se podía observar una nave espacial, que había sido trasladada a Mallorca en un vehículo pesado con luces intermitentes. El vehículo, con matrícula naranja de Holanda, iba cargado con una estructura blanca parecida a un cohete, que también estaba marcada con la bandera de los Países Bajos. La gente que pasaba por allí se paraba a mirar delante de la valla, ya que todos querían saber de dónde procedía la nave espacial.
Los pocos empleados que había detrás de la barrera, uno de ellos vestido de astronauta, informaron pacientemente a los curiosos. Se trata de un simulador de nave espacial en el que niños y adultos pueden experimentar un vuelo al espacio y que se ha instalado en la zona con motivo de un congreso que celebrará en Palma la multinacional Philips. Se puede acceder a la nave espacial con el número de identificación 'NL 01 SPCBZZ' por una rampa con escalones; en el interior hay asientos de astronauta con cinturones de seguridad y varias pantallas.
En los laterales del camión articulado se puede leer que los responsables del proyecto quieren «ofrecer a los niños una visión astronauta del planeta Tierra», vista desde el espacio, claro. En la parte trasera de la nave se lee en inglés: 'This is a rocket'. El objetivo es enseñar a los niños la singularidad y vulnerabilidad de la Tierra de una forma educativa.
Al parecer, el aterrizaje del vehículo en Mallorca se organizó con motivo del congreso que la empresa holandesa celebrará estos días en la capital balear. Sin embargo, el acceso al simulador está reservado únicamente a los participantes en el congreso. Se desconoce si el público podrá ver la nave espacial desde dentro más adelante.