La Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado que durante este año se incorporarán cuatro radares en Mallorca y tres en Ibiza, haciendo un total en Baleares de 61 dispositivos. Aún se desconoce la fecha exacta en la que entrarán en funcionamiento pero sí se saben los tramos a los que afectarán.
En primer lugar, se pondrá un nuevo radar fijo en la Ma-20 en el punto kilométrico 2,4 en sentido decreciente, en el tramo que une la Autovía de Llucmajor con la Vía de Cintura. Asimismo, se incorporarán tres radares de tramo por primera vez en la Isla.
Uno de ellos estará en la Ma-3011 en los puntos kilométricos 1,5 hasta el 2,5, es decir, en la Carretera de Sineu, a la altura de S'Hostalot. Otro, se situará en la Ma-6014, entre los puntos kilométricos 1,5 y 2,3, en el Carreró de Betlem, cerca del Talaiot Capocorp Vell. El tercero, estará en la Ma-15 entre los puntos de kilometraje 1,5 y 6,5 en la carretera que va de Manacor hacia Palma próxima a la rotonda de Campsa.
En el caso de Ibiza, se colocarán tres nuevos radares fijos en El-300, en el punto kilométrico 2,5, en la carretera de Santa Eulària; en El-600, en el punto 12,4, en la autovía de Sant Antoni; y en EL-900, cerca de la salida de Sant Jordi hacia Ses Salines.
¿Qué son los radares de tramo?
Estos dispositivos de control viario están operativos desde 2010 y en realidad no son radares propiamente dichos. Son sistemas de cámaras que graban continuamente. Identifican la matrícula del cada vehículo cuando se entra en el tramo vigilado y a su salida. La cámara envía información a un ordenador que comprueba los tiempos de paso y la velocidad media del turismo.
Cuando se rebasa la velocidad permitida se procede a tramitar la denuncia mientras que si no se supera el límite no hay infracción. Su diferencia principal con los radares convencionales es que el cálculo de la velocidad media de cada vehículo y la comprobación de si se comete o no infracción no son inmediatos.