La crisis hídrica de este otoño y ya en los albores del invierno sigue firmando nuevos capítulos y, pese a las pequeñas precipitaciones caídas días atrás en Mallorca, apenas estas cantidades recogidas se han notado a la hora de medir las cantidades de agua captadas en los embalses de la Serra de Tramuntana. De hecho, el último registro calibrado por parte de Emaya deja patente el lento, pero progresivo descenso del montante acumulado tanto en el Gorg Blau como en Cúber.
Así, la medición de este 18 de diciembre plasma una capacidad actual del 33'5 % respecto a la total de los dos embalses, lo que supone un punto de retroceso respecto al dato captado hace una semana (34'5 %). Desgranado por cada uno de los escenarios, en el caso del Gorg Blau apenas se ha notado el descenso, pasando del 33'34 % al 33'20 %.
Sí que es más llamativo el retroceso del agua retenida en el embalse de Cúber, donde hace una semana se contabilizaba un 35'58 % del total, pasando en la medición de este 18 de diciembre a un 34'09 %, reflejando un llamativo descenso del 1'5 % en apenas siete días, manteniendo la dinámica seguida a lo largo de las últimas mediciones.
A la espera de los ya más que necesarios episodios de lluvias de mayor calado, el paso de las semanas no hace más que plasmar la gravedad de una situación que, a las puertas del invierno astronómico (la estación arranca este viernes 22 de diciembre) empieza a ser más que preocupante, más viendo el descenso alarmante a lo largo de los últimos nueve meses, después que la borrasca 'Juliette' dejara muy cerca de su capacidad tope a los dos embalses de referencia de la Serra de Tramuntana.