El presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, ha comparecido este lunes ante los medios para valorar la reunión que, convocada por él mismo, ha mantenido durante la mañana con los miembros de su equipo de Gobierno, de Sa Unió, y de la oposición, del PSOE y GxF. Córdoba ha insistido en que no entra en sus planes dimitir, tal y como le exige Sa Unió, y se ha aferrado a la idea de que la coalición ganó por mayoría absoluta el pasado de mayo porque él lideraba la candidatura como independiente. «Tengo que medir mucho las palabras porque me lo han recomendado los abogados», ha sido la frase con la que ha comenzado Córdoba una intervención en la que no ha admitido en ningún momento alguna responsabilidad en la grave crisis de gobierno abierta por él mismo en la máxima institución de Formentera hace ya dos semanas.
El todavía presidente del Consell ha asegurado que en esa reunión ha presentado ante los consellers las «pruebas físicas» de su inocencia. Pruebas que, por lo que ha explicado, consistirían en los chats mantenidos con la presidenta del Govern, Marga Prohens, tras reunirse en Palma después de anunciar que no seguiría apoyando «incondicionalmente» al Govern del PP. Estos chats, ha asegurado Córdoba, reflejarían que entre él y la presidenta hay un clima de cordialidad y no una situación de tensión: «No soy un chantajista. No soy un extorsionador. No he entrado en política por interés personal. Lo he hecho por ayudar y pensando siempre en lo mejor para Formentera». Y ha añadido que si él hubiera hecho alguna de las cosas de las que se le acusa desde Sa Unió, la actitud de Prohens hacia él sería muy diferente. A la pregunta de su opinión sobre las palabras de Marga Prohens pidiendo su dimisión, Córdoba se ha limitado a responder que, si dimitiera, alguien tendría que explicar «al pueblo de Formentera» que su presidente ha dejado el cargo porque lo ha solicitado el PP balear.
Córdoba, por otro lado, ha negado haber amenazado este lunes a José Alcaraz y Verónica Castelló con cesarles. En este sentido, ha explicado que ha pedido la dimisión de ambos consellers por considerar que han sumido a la institución en la «inestabilidad». Ha puesto como ejemplo de ello la reacción que tuvieron cuando hace dos semanas anunció que no apoyaría incondicionalmente a Prohens. Y es que, según ha explicado, cuando regresó un día más tarde a Formentera, se encontró con que Alcaraz había «destruido» su imagen diciendo «falsedades». Es más, según su versión, Alcaraz habría llegado al extremo de eliminarle de todos los grupos de WhatsApp que compartían como miembros de Sa Unió, del Consell de Formentera y del propio Parlament.
Córdoba ha afirmado que mantiene su confianza en el resto del equipo de Gobierno. Sin embargo, no ha dudado en asegurar que los integrantes de Sa Unió «están desbocados». Algo que le extraña después de haber sido «compañeros durante tantos años». Muy diferentes han sido sus palabras hacia los consellers de la oposición: «Es un lujo como presidente tener una oposición con esta calidad humana».
El aún presidente formenterés ha arremetido también contra el vicepresidente del Govern, Antoni Costa, al que ha recriminado creer únicamente la versión de los hechos ofrecida por Sa Unió. «Dice que se fía de Sa Unió», ha añadido y ha recordado, aunque sin profundizar en ello, que también se fió de Juan Antonio Serra Ferrer al nombrarle director gerente del Ibetec. También ha criticado que Costa hable de él como integrante del grupo del PP en el Parlament cuando desde el inicio de la legislatura está en el Grupo Mixto. Sobre esta cuestión, Córdoba ha explicado que ha solicitado a la Junta de Portavoces de la Cámara autonómica poder cambiar su ubicación en los plenos pues ahora mismo se sienta junto a los populares, que le están «atacando».
En cuanto a si pidió o no sobresueldos a Marga Prohens, Llorenç Córdoba ha explicado que solicitó «más recursos» porque los 2.700 euros mensuales asignados por el Parlament a su grupo deberían ser para el funcionamiento de este y no para Sa Unió. Este dinero, ha añadido, se encuentra ahora «en una cuenta y está bloqueado». «Yo puedo entregar el dinero», ha señalado, «pero ¿cómo pago entonces los gastos del grupo?».
Sobre la posibilidad de que Formentera no pueda aprobar los Presupuestos de 2024 si Alcaraz dimite o es cesado, Córdoba ha asegurado que, a pocos días de que vayan a ser debatidos en Pleno, deberían estar ya preparados. Y ha señalado que este proyecto debe ser firmado por el presidente, por lo que, en su opinión, si fuera él el dimisionario, tampoco podrían salir adelante.
Córdoba ha admitido que el Consell de Formentera «se está empezando a volver algo ingobernable» y ha culpado de ello a Alcaraz y Castelló. De ahí que haya insistido a lo largo de toda su intervención en que es necesario que ambos dimitan para poder «ir adelante». «Alcaraz quiere conseguir en dos meses lo que no ha logrado en unas elecciones», ha afirmado, «el pueblo ha elegido a Sa Unió y a mí como candidato. Pero lo de trabajar en equipo nos está costando mucho».
A pesar de que Sa Unió le ha exigido en repetidas ocasiones que dimita, Llorenç Córdoba ha asegurado que no se siente solo en este momento. Considera que tiene el respaldo «del resto de gente que no son los que están en el equipo de Gobierno». Y ha sumado a esta «gente» a los consellers de la oposición, aunque, en este caso, ha admitido que, si bien no han pedido su dimisión, tampoco «han atacado al PP diciendo que dicen mentiras». Córdoba ha reconocido, finalmente, que la salida de la crisis que él mismo ha creado es «complicada» pero ha insistido en que la solución pasa por al dimisión de José Alcaraz y Verónica Castelló.