¿Negligencia irresponsable o exageración juvenil? Durante una excursión en catamarán de vela el domingo en Mallorca, seis jóvenes alemanes saltaron por la borda. En una bahía en la costa este de la Isla, nadaron hasta la orilla porque ya no podían soportar el fuerte oleaje y las náuseas que lo acompañaban. Según ellos, la mayoría de los aproximadamente 80 pasajeros también habrían sufrido las inclemencias del tiempo durante el viaje y habían vomitado varias veces durante las casi tres horas de excursión, incluido el DJ y algunos miembros de la tripulación.
«Poco tiempo después de salir del puerto de Cala Rajada, el barco fue sacudido enérgicamente de un lado a otro por las olas y tuvimos que agarrarnos todo el tiempo para no caernos», contó uno de los alemanes. A los diez minutos, dijo, los primeros pasajeros empezaron a vomitar en las bolsas desechables designadas para ello. «El oleaje era cada vez más fuerte, nadie a bordo tenía ganas de beber, comer ni bailar», contó el alemán al Mallorca Magazin (MM).
Tras llegar a la bahía, él y cinco de sus amigos decidieron abandonar el barco. Le habían informado al patrón que desembarcarían y volverían a pie al puerto. Allí, lo primero que hicieron fue dirigirse a la oficina de la empresa para reclamar la devolución del dinero de la excursión, que ascendía a 65 euros por persona. Sin embargo, en la oficina se negaron rotundamente. «Si tienes turbulencias en un avión, no puedes exigirle a la aerolínea que te devuelva el dinero», los alemanes explican que ese fue el motivo les dieron.
Cuando el MM le preguntó, el organizador se mostró sorprendido por la queja. De hecho, del grupo de alemanes que saltó del barco en la bahía, sólo uno de ellos pidió la devolución del precio del billete. El coordinador pudo confirmar que había sido un «día de viento con el mar algo agitado», pero ninguno de los viajeros se quejó al terminar la excursión. El patrón a bordo es un hombre experimentado, añadió. Pese a que el barco había permanecido en el puerto del jueves al sábado a causa del intenso oleaje y los fuertes vientos, el domingo las condiciones meteorológicas ya permitían navegar.
El caso es que la AEMET había decretado alerta naranja para el domingo en todo el archipiélago balear por alto riesgo de oleaje en la costa. La delegación balear confirmó que el domingo por la tarde, entre las 13.00 y las 14.00 horas, es decir, media hora antes de que el catamarán de vela zarpara de Cala Ratjada con 80 jóvenes de fiesta, predominaba el viento de fuerza 4 a 5 y olas con altura de hasta dos metros.
«Cala Rajada es uno de los lugares más peligrosos de Mallorca con tiempo de tormenta, donde las olas pueden crecer muy rápidamente con vientos de tierra. Con 80 personas que no tienen conocimientos náuticos, no sales a navegar con ese tiempo. No sólo no es divertido, sino que es una negligencia», explica un patrón profesional en Palma.