Cambio de tornas. Cuando media Europa compra viviendas en Mallorca, los mallorquines optan por buscar segundas residencias fuera del Archipiélago. Menorca ha dejado de ser el objeto de deseo de los mallorquines, una tendencia en alza los últimos años. La masificación turística, el aumento de las temperaturas durante los meses de verano y la escalada de precios de la vivienda son los principales motivos de esta tendencia. Ahora Galicia, Asturias y Castilla León se han convertido en las comunidades más demandas por los mallorquines a la hora de comprar una segunda residencia.
Manolo Reaño, de 61 años y cámara de televisión, cuenta las horas para irse a su refugio burgalés, en la pedanía de Villadiego. Hace cinco años adquirió una casa allí y cada día repite que es la mejor inversión que ha hecho en su vida. «Cuando compré la casa, mis conocidos me llamaban loco, ahora todos me imitan y siguen mis pasos», apostilla. Su hermano también siguió su ejemplo y se ha comprado una casa en León a un precio irrisorio.
Reaño sufrió un accidente en Alaró con un tractor hace unos años. Pasó mucho tiempo de baja y durante las largas horas de aburrimiento e impedido, se dedicó a pasar las horas muertas mirando precios de viviendas en un sitio web. «Descarté el País Vasco porque estaba carísimo ya, mi segunda opción era Cantabria pero también superaba mi presupuesto, así que opté por Castilla y León. Podías encontrar pisos, casas y fincas a precios asequibles. Al final encontré lo que buscaba entre Palencia y Cantabria, en la pedanía de Villadiego. Lo que en Mallorca te cuesta un garaje, aquí una casa grande», explica este mallorquín, que no duda en confesar que no es una opción para todo el mundo. «Es una aldea pequeñísima, hay casas que se caen a pedazos, pero hay mucho silencio y paz. Eso es lo que buscaba», admite.
En este sentido, admite que se va a Burgos cada vez que tiene tiempo y no descarta mudarse allí cuando se jubile: «En agosto dormimos con edredón, para los que no soportamos el calor, esto es un sueño hecho realidad», finaliza.
De Mallorca a Asturias
De Mallorca al interior de Asturias se ha trasladado Mateu Vic. Primero tuvo una cabañita en el Pirineo catalán, pero en 2022 compró una casa en la cuenca minera asturiana, en el concejo de Aller, y ya tiene casi decidido mudarse allí sin billete de vuelta. «Busqué primero otros destinos, pero eran caros; así llegué a Asturias, la cuenca minera está muy abandonada. Vivo en un pueblo de 200 habitantes, pero tengo todos los servicios que necesito», señala, al tiempo que apunta que vive en una casa que por su parte trasera puede ver un río: «Algunos se mueren por tener vistas al mar, yo por irme a dormir con el sonido del río corriendo».