Marco Magazzù es el responsable de una nueva iniciativa que el equipo de la Fundación Palma Aquarium ha lanzado en colaboración con CaixaForum: Marineros Mayores. Mediante esta iniciativa, se hace un llamamiento a los residentes de más edad de Mallorca para que echen una mano en la conservación marina. Según Magazzù, «tenemos un buen grupo de voluntarios, pero suelen ser bastante jóvenes y creemos que nuestro grupo se beneficiaría también de algunos miembros de más edad».
Magazzú explica que «el objetivo del proyecto es reclutar a miembros de la comunidad de jubilados para que trabajen como voluntarios en nuestro centro de rescate de tortugas marinas de forma regular, en función de su disponibilidad. Ayudarán a rehabilitar y reintroducir tortugas marinas en el mar, concienciar a la población mediante eventos, charlas, juegos y, lo mejor de todo, podrán conocer de cerca a estas increíbles criaturas. Los tres únicos requisitos son: estar jubilado, tener buena movilidad y poder permanecer de pie durante algún tiempo, y poder desplazarse por sus propios medios hasta y desde nuestra base en el Aquarium». Los interesados en participar en el proyector pueden contactar a través del correo electrónico conservacion@palmaaquarium.com.
Para el biólogo y técnico del Palma Aquarium, «es importante insistir en que si se encuentra una tortuga en el mar o en la playa que tiene una red atada, o algo que sobresale de ella, no se debe quitarla. Lo que puede ocurrir es que la red haya estado actuando como un torniquete en la extremidad y que, cuando la extremidad fluya de nuevo sangre al resto del cuerpo, ésta sea tóxica y así envenenar y matar al animal. Instamos a cualquier persona a que llame al 112 y diga al operador que hay una tortuga que necesita ser rescatada. Nosotros recibimos esa llamada y acudimos donde esté el animal. Se les puede poner un paño húmedo sobre el cuerpo y mantenerlas alejadas del sol, pero no intentar quitarles nada».
Marco Magazzù añade que «cuando ven al animal, nuestros veterinarios evalúan si pueden salvar la extremidad o hay que extirparla. A veces podemos salvarla y luego sigue un largo período de fisioterapia y rehabilitación en nuestros tanques antes de que el animal pueda volver al mar». Magazzù reconoce que «cuando liberamos una tortuga en el mar tras su recuperación, es un momento muy especial. Sientes que has hecho tu trabajo».