Las tortugas marinas del mar balear se encuentran con una gran variedad de problemas que comprometen su vida. Por desgracia suele ser habitual que durante los meses de verano, navegantes y bañistas se encuentren con uno de estos animales en apuros, ya sea cerca de la orilla de la playa o en alta mar. Por ello, cobra todavía más importancia saber cómo actuar correctamente en caso de encontrarse con uno de estos grandes reptiles.
En ocasiones las tortugas marinas están enredadas en plásticos, artes de pesca descartados o cabos. Muy a menudo algún residuo estrangula alguna de las aletas de los animales y estos se necrosan debido a la falta de riego sanguíneo. Cuando están enfermas flotan en la superficie, dejándose arrastrar por la corriente, e incluso muchas veces prácticamente no oponen resistencia al cogerlas debido a su mal estado de salud. Aunque, en ocasiones, a simple vista puede parecer que los animales no presentan ningún problema de salud, este suele estar enmascarando un posible mal estado derivado de la ingesta de plástico o anzuelos.
En caso de encontrar una tortuga en estas condiciones es de vital importancia no desenredarlas nunca, ya que al liberar la estrangulación del miembro, la sangre infectada inicia una circulación libre por el resto del cuerpo y produce unas infecciones generales que acaban con la muerte del animal. En estos casos, el procedimiento a seguir es subir el animal a bordo y avisar al servicio de emergencias 112. Una vez con el animal rescatado y sobre la embarcación hay que situarlo en la sombra, y taparlo con una toalla húmeda hasta que lleguen los técnicos.
¿Y si me la encuentro en la playa o localizo un nido?
La Conselleria de Medi Ambient, junto con el Servicio de Protección de Especies del Servei de Protecció d'Espècies del Consorci per a la Recuperació de Fauna Silvestre (COFIB), la Fundació Palma Aquàrium y el Laboratori d'Investigacions Marines i Aqüicultura (LIMIA), cuentan con un protocolo a seguir en caso de avistar algún animal o localizar un nido.
La tortuga común (Caretta caretta) es la más abundante en el litoral Mediterráneo y, normalmente, se alimenta alrededor del archipiélago balear pero no nidifica. Sin embargo, en los últimos años se han producido diferentes episodios de nidificación, seguramente causados por el aumento de la temperatura global. Según las predicciones de aumento de temperatura que manejan los expertos, se prevé que la anidación de tortugas marinas sea cada vez más frecuente en las costas baleares.
Por tanto, los técnicos advierten de que, en caso de encontrar una tortuga marina o un nido en la costa, hay que llamar al 112 para dar aviso y evitar molestar o poner en peligro a este animal protegido. Los expertos recuerdan la prohibición de tocarla, hacerle fotos con flash, deslumbrarla, hacer movimientos bruscos o ruido, así como la necesidad de evitar en todo momento que la tortuga vea a las personas o que se le acerquen perros, ya que se puede asustar y volver al mar sin realizar la puesta de huevos.
En caso de no ver al animal pero detectar su rastro en la arena, hay que evitar pisarlo. También es posible encontrar crías, y en este caso el procedimiento es similar: llamar al 112 y, si es posible, evitar que las tortugas lleguen al mar, recogiéndolas y manteniéndolas húmedas en la sombra.