Son Llàtzer ha llegado a acumular el mediodía de este lunes a hasta 41 pacientes pendientes de ingreso, mientras otros 50 esperaban a ser atendidos en el área de Urgencias. Fuentes internas consultadas aseguraban ayer que es lo habitual al inicio de la semana, y más en estas fechas con una explosión de, sobre todo, virus respiratorios. El problema reside, revelan los trabajadores, en las demoras entre que se da un alta hospitalaria a un paciente hasta que se ejecuta, lo que hace que los nuevos ingresos se vayan acumulando.
Por otra parte, advierten, la planta 1D del hospital que suele estar cerrada no se prevé abrir hasta pasadas las fiestas, lo que limita el espacio. Como se recordará para ir abriendo esta unidad se requiere también contratar a más efectivos, sobre todo enfermeras, lo que en años anteriores ha supuesto un problema por su déficit.
En el hospital Son Espases, la situación también ha sido complicada, según los sindicatos sanitarios. A media mañana ha habido hasta 25 personas pendientes de ingresar. El problema en este centro, advierten, es la mala planificación a nivel balear de camas sociosanitarias. Al haber pocas, no se puede drenar con facilidad. Además, no se para la cirugía programada (la intención es ir rebajando las listas de espera) por la que también se ocupan plazas de críticos. Sin embargo, un hospital de esta envergadura, tiene capacidad para ir abriendo otras a costa, por ejemplo, de las zonas de reanimación.