Los brotes de sarna se han duplicado en Baleares. En concreto, la Conselleria de Salut ha detectado 16 en lo que va de 2022, mientras que en todo 2021 fueron ocho. En los 11 primeros meses del presente ejercicio se han visto afectadas por esta enfermedad un total de 96 personas; se trata de un 159,45 % más que el año anterior. Cabe destacar que cuatro de ellos se han dado en centros educativos, cinco en domicilios, tres en residencias geriátricas, dos en centros de discapacitados y el resto en otros centros sociosanitarios y familiares.
Jaume Giménez, médico epidemiólogo del servicio de epidemiología de Baleares, ha argumentado que uno de lo motivos por el que se han incrementado los brotes de sarna es porque se han recuperado las relaciones sociales tras la pandemia de la COVID-19. De este modo, ha manifestado que en 2019 (el año previo a la declaración de la crisis sanitaria) fueron un total de 24. Sin embargo, en 2021 bajaron a 11; y en 2021 se redujeron a ocho. No obstante, en en 2018 sólo se identificaron siete y en 2017, cinco. Giménez ha añadido que ahora puede que haya más concienciación de esta enfermedad. En este punto, ha matizado que al tratarse de una patología que no es de declaración obligatoria, no están registrados todos los casos; sólo los brotes. Por brote se entiende cuando se encuentran afectadas dos o más personas.
En relación a los brotes de los colegios, Giménez ha informado que suelen afectar a pocos niños; los más numerosos suelen ser los que se producen en las residencias puesto que el contacto de los usuarios es mucho más estrecho al tratarse de personas convivientes y, generalmente, con un elevado nivel de dependencia que motiva que el contacto sea más estrecho.
¿Qué es la sarna y cómo se contagia?
La sarna es un ácaro que penetra en la piel y, de forma muy superficial, va haciendo un surco y depositando huevos, heces, pipí... Su transmisión es muy fácil, ya que desde que una persona se infecta hasta que desarrolla el picor suelen transcurrir entre cuatro y seis semanas. La forma más habitual de contagio es a través de las uñas, ya que el afectado se rasca y traslada los huevos de un lugar a otro; esto provoca heridas. Los huevos se quedan en la ropa y sólo fallecen a los tres días sin contacto. Para que se produzca el contagio tiene que haber un contacto íntimo, de piel con piel. Por ello, es fundamental que cuando se diagnostica un caso en una familia, todos sus miembros se sometan al tratamiento al mismo tiempo. Además, se debe aislar la ropa en bolsas de plástico o lavarla a 60º y, posteriormente, meterla en la secadora.