El exceso de mortalidad se ha disparado en Baleares un 398,6 % en lo que va de año, respecto al primer año de la pandemia y un 92,49 en relación al segundo, según los datos facilitados por el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo). El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, ha precisado que en 2020 hubo 288 defunciones más de las previstas por todos los motivos, de las que 28 eran atribuibles a la temperatura. En 2021 se registraron 746 excesos de muertes por todas las causas, de las que 60 se pueden achacar al calor o al frío. Mientras que en 2022, sólo hasta el mes de noviembre, ya se han contabilizado 1.436 óbitos más por todas las causas, de las que 72 son a consecuencia de los valores térmicos.
«Desde el 1 de enero de 2020, el MoMo ha identificado en las Islas 2.469 muertes más de las previstas por todas las causas y 161 defunciones achacables al calor o al frío extremos», ha resumido March. Además, ha precisado que «si vemos 2022 con detalle, los meses de agosto y julio son los mayor exceso de defunciones por todas las causas: con 228 y 216, respectivamente». También han sido significativos los óbitos acumulados en los meses de junio (173), septiembre (150), enero (134), febrero (108) y octubre (97).
¿Por qué se han incrementado tanto las muertes en las Islas?
El especialista en Salud Pública ha explicado que son varios los motivos que han dado lugar a este elevado exceso de fallecimientos. Uno de ellos es el «déficit de la sanidad, con unos retardos en las citas que oscilan entre varios días y dos semanas». Además, se ha realizado un «mal control de los pacientes crónicos, que llevan más de dos años con una disminución importante del número de visitas de seguimiento. También se han realizado diagnósticos tardíos en diversas patologías, que van de los infarto, a los ictus o los cánceres; al tiempo que se ha producido un envejecimiento de la población.
Otro factor importante en el exceso de la mortalidad es el «deterioro de la salud en las personas vulnerables que superaron la COVID-19, entre otros efectos indirectos de la pandemia». También ha afectado a los ciudadanos sanos que han pasado el coronavirus, ya que tienen mayor riesgo vascular. Las enfermedades coronarias y los ictus son tradicionalmente la primera causa de mortalidad en España. Sin embargo, en el año 2020 ambas fueron desbancadas por la COVID-19, que estuvo detrás –oficialmente, aunque seguramente esta cifra está muy rebajada- de 60.000 de los 500.000 fallecimientos.
A su modo de ver, «más sorprendente e inquietante es el dato de 2021, donde según el Instituto de Salud Carlos III hubo en España un exceso de muertes de casi 25.000 personas, cuyo origen no se detalla. Esta cifra crece en 2022, ya que según Eurostat (otro sistema de medición diferente al MoMo), España fue -con 48.000 defunciones- el país de la Unión Europea que registró un mayor exceso de mortalidad entre marzo y junio de este año, en comparación con la media del mismo periodo en los cuatro años anteriores».
Aumento de los ictus, infartos de miocardio y tromboembolismos pulmonares
En este punto, ha señalado que «una teoría cree que la mayor mortalidad tiene que ver con la capacidad de la infección por el virus SARS-CoV-2. De este modo, una infección banal para generar una patología endotelial (de las venas y arterias) y facilitar la muerte de origen vascular». En este punto, ha destacado que «el exceso de muertes de los años 2021 y 2022 será, sobre todo, por un aumento de los ictus, infartos de miocardio, tromboembolismos pulmonares y por la propia infección por coronavirus».
El especialista en Salud Pública también ha señalado que «hay algunas teorías -muy difundida en determinados foros y que yo no creo-, que señalan que la causa del exceso de mortalidad está motivada por las complicaciones derivadas de la vacunación masiva contra COVID-19». March ha concluido que «el exceso de muertes en 2021 y, sobre todo, en 2022 da lugar a muchas especulaciones». A su modo de ver, «el desconocimiento lleva a la especulación, a la que sigue la rumorología y, al final, tenemos teorías para todos los gustos». Por todo ello, considera que «urge una investigación seria y completa para saber por qué los españoles en general y los baleares, en particular, estamos muriendo en exceso».
Los profesionales se han centrado en parar la COVID en detrimento de otros temas
Por su parte, la presidenta del Col·legi Oficial d'Infermeres i Infermeres de les Illes Balears, María José Sastre, ha manifestado que «todavía no hay consenso sobre las causas del aumento de la mortalidad. Creemos que es un problema multicausal». En este punto, ha subrayado que algunos expertos apuntan al «deterioro de la salud en personas vulnerables que superaron la COVID. El impacto ha golpeado de forma desigual a los diferentes colectivos: las personas mayores, los que tienen menos recursos o aquellos que vivían solos y que han sufrido más que nadie. El impacto ha sido también muy importante entre las personas con patologías crónicas».
Sastre ha reconocido que «los profesionales sy el sistema nos hemos centrado en aquello que era más urgente y prioritario: parar y tratar la COVID. Quizás, no hemos podido dedicarnos tanto a otros temas muy importantes, que también afectan a la salud y a la calidad de vida de las personas, como fomentar estilos de vida saludables, el abordaje de los efectos del cambio climático sobre la salud de la población, etc.». No obstante, ha precisado que «esa parte del trabajo de las enfermeras, más centrado en la prevención y educación y promoción de la salud, ya se está recuperando en el día a día».
A su modo de ver, «los estilos de vida sedentarios, la cronicidad en enfermedades de más largo recorrido, el cambio climático y otros determinantes sociales suponen un gran reto. Debemos tener en cuenta que en España la esperanza de vida es larga, lo que implica que hay muchas personas mayores con enfermedades crónicas asociadas a la edad. Además, continúa aumentando el número de personas mayores que viven solas, y la soledad es un factor determinante para el deterioro funcional». Ante estos retos, Sastre ha declarado que «es fundamental el trabajo el imprescindible de educación y promoción de la salud que desarrollan las enfermeras». Por ello, ha reivindicado «un sistema centrado en la salud que tenga como eje transversal la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad para retrasar la cronicidad».
Por su parte, el médico y forense Borja Moreno ha expresado su sorpresa por este incremento tan importante del exceso de la mortalidad que se ha producido en las Islas. Por ello, ha reivindicado que se realice una investigación para conocer con exactitud las causas que la han motivado. Aunque ha insistido en que no dispone de argumentos científicos que lo corroboren, ha apuntado que uno de los motivos que podrían haber influido es el elevado número de turistas que ha recibido este año el Archipiélago balear; ha recordado que se han producido muchos óbitos por ahogamientos, accidentes, etc.
Salut no valora los datos del MoMo
Cabe destacar que desde la Conselleria de Salut han declinado valorar los datos del Momo. «Consideramos que no podemos hacer un análisis cualitativo de un informe cuantitativo. No podemos especular sobre qué puede haber detrás de ese incremento, porque nos falta mucha información y no podemos especular siendo un organismo público y oficial».