La normativa estatal para el ahorro energético que obliga a establecimientos comerciales a la instalación de puertas automáticas entra este viernes en vigor sin que la mayoría de negocios hayan tenido tiempo para adaptarse. La avalancha de peticiones en estos dos últimos meses ha colapsado a los suministradores, que no han dispuesto del material suficiente para dar respuesta a toda la demanda. Desde las patronales del sector del comercio en Baleares informan de que, a pesar de que ha habido un interés generalizado en adaptarse a la nueva reglamentación, la industria no ha dispuesto de margen suficiente para atender a todo este segmento del tejido empresarial.
El Govern, que a lo largo de las últimas semanas ha estado supervisando junto con los comerciantes la aplicación de la normativa, es consciente de la situación y por ello permitirá que los negocios que no hayan podido adaptarse dispongan de un periodo extra, al menos hasta que se aligere la carga de los suministradores y se solvente ese problema. El presidente de Pimeco, Toni Fuster, reconoce que «ha sido imposible que nos adaptáramos a tiempo». «A mucha gente que disponía del presupuesto para la obra ya le han dicho que no podrán realizar la instalación hasta noviembre», señala para añadir que dicho presupuesto es muy variable -entre los 1.500 y los 5.000 euros- dependiendo también de si se instalan puertas automáticas o se opta por las cortinas de aire. En este último caso la cortina debe contar con el certificado de eficiencia energética para ajustarse a la ley.
Por su parte, el presidente de Afedeco, Toni Gayà, agradece al Govern «que hayan entendido el problema», ya que ahora mismo «es la industria la que está marcando el ritmo de adaptación a la normativa». Asimismo, Gayà relativiza este frenazo al plan de ahorro energético al señalar que muchos establecimientos ya contaban con este tipo de instalaciones y además, «muchos negocios que van a cerrar estos meses tras el final de la temporada turística y van a aprovechar para hacer la obra».