Los precios se dispararon en Baleares durante el pasado mes de agosto y ya superan a la media española; llegar a fin de mes cada vez es más difícil. El Índice de Precios al Consumo (IPC) de las Islas ha escalado hasta el 10,7 % mientras que el de la media de España se ha quedado en 10,5 %, según el dato consolidado que ha facilitado el Instituto Nacional de Estadística (INE). Hasta hace poco, la inflación de las Islas estaba por debajo de la española, pero esta situación se ha dado la vuelta. De hecho, Balears y Canarias son las dos únicas regiones en las que el IPC internanual ha subido más que en julio; 0,4 y 0,1 puntos respectivamente. No obstante, hay diez comunidades autónomas que tienen una situación peor de las Islas. Castilla-La Mancha, con un 12,6 % de inflación, es la que la tiene más elevada.
El incremento del IPC en Baleares está vinculado principalmente al encarecimiento del coste de la electricidad, el gas y otros combustibles, que han subido un 55,5 %; seguido de los servicios de alojamiento, que lo han hecho un 32,5 %; y los paquetes turísticos, un 20,4 %. Desde la Direcció General de Model Econòmic del Govern lo han atribuido a que «el sector de los servicios de alojamientos en Baleares ha incrementado los precios en el último año un 32,5 %; un aumento que prácticamente duplica a la media española, que es del 18,3 %. Este sector está trasladando a los precios finales sus incrementos de costes y está creciendo a niveles similares a los registrados en la electricidad y los carburantes, así como triplicando la media de crecimiento de los precios globales, que es del 10,7 %». Las citadas fuentes han concluido que «buena parte de la repercusión de estos incrementos de precios han sido absorbidos por los turistas».
Antoni Riera, director técnico de la Fundación Impulsa, ha explicado que los precios se han disparado en las Islas debido a los costes asociados a la insularidad, así como por la estructura económica que está muy centrada en el sector servicios. «Las economías que son más dependientes del sector servicios son más inflacionistas porque los servicios están sujetos a un menor grado de competencia. Esto explica la facilidad para repercutir el incremento de precios». En este sentido, ha puesto como ejemplo que un consumidor puede comprar un bote de pintura en muchos sitios, pero los servicios los turistas sólo los pueden adquirir ‘in situ'.
Riera también ha apuntado que la dependencia que tienen el Archipiélago del turismo hace que los transportes tengan una importancia estratégica y el hecho de que el precio del combustible esté por las nubes repercute de forma directa en la economía isleña. A su modo de ver, la inflación no bajará en los próximos meses y prevé que no lo haga hasta que se resuelva el conflicto entre Rusia y Ucrania o las medidas que han adoptado los diferentes gobiernos den resultado.
Desde la CAEB han explicado que «la diferencia de Balears con la media nacional no es significativa, se debe generalmente a las características de nuestra economía: los sobrecostes habituales provocados por la insularidad (transportes, materiales, etc.) y, muy especialmente, por la especialización tan marcada por el sector servicios».
Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, ha atribuido el incremento del IPC a los gastos derivados de la vivienda, tales como la electricidad. También ha añadido que la insularidad ha influido, ya que la dependencia de los transportes es muy importante.
Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, ha responsabilizado al turismo de lo sucedido, ya que el incremento de la población ha provocado un mayor consumo. En este sentido, ha precisado que los costes que más se han desbocado han sido los de la electricidad, los paquetes turísticos y los servicios de alojamiento. A su modo de ver, el IPC de las Islas volverá a estar por debajo de la media nacional cuando finalice el verano y se elimine la población flotante derivada del turismo.