La Sala de lo Social del TSJIB considera improcedente el despido de una cuidadora de una residencia para personas con discapacidad gestionada por el consorcio público Aprop. Había sido sancionada con una falta muy grave por haber desatendido durante toda una noche a un interno, algo que cuestiona el tribunal. Por esos mismos hechos la misma cuidadora fue juzgada el lunes de esta semana por un delito continuado de abandono temporal de una persona discapacitada y la Fiscalía le reclama una condena de un año de prisión.
Sin embargo, en la jurisdicción social, quien resulta condenado es el Consorci Aprop a abonar una indemnización a la trabajadora. La Sala de lo Social considera que lo ocurrido esa noche en la residencia no fue responsabilidad única de la trabajadora: «Debería conllevar una mejora organizativa». El expediente a la trabajadora se remite a lo ocurrido en la madrugada del cinco de octubre de 2020. Esa noche, uno de los internos estuvo especialmente agitado y, según la empresa, fue porque la trabajadora le desatendió durante horas y no comprobó que se había orinado. La trabajadora lo negaba. Sostenía que ella misma avisó y la Sala valora que tenía además a otros catorce internos a su cargo ese turno.
La sentencia laboral tiene también en cuenta que la empleada llevaba 21 años en plantilla sin ningún tipo de expediente ni de queja. Además, en fechas anteriores por poco al despido, había tenía un conflicto con la dirección. Formaba parte del comité de empresa, era la responsable de seguridad laboral y presentó dos denuncias ante la inspección de trabajo unos meses antes de su despido. También valora la sentencia que, otros casos similares, se habían zanjado con una sanción grave y no muy grave, que lleva aparejada el despido. Ahora, la trabajadora tiene que esperar la sentencia penal.
El apunte
Posibles condenas contradictorias en Penal y Social
La Fiscalía reclama un año de cárcel y otro de inhabilitación para la cuidadora por desatender al interno. En el juicio, la acusada negó cualquier anomalía en su actuación y su defensa pide la absolución. Si hay condena se daría la paradoja de un castigo penal y que el despido sea improcedente.