Un grupo de profesores de Baleares ha propuesto a la Conselleria d'Educació que incluya más contenidos de Historia de España anteriores a 1812, con motivo de los cambios anunciados por el Gobierno en el temario del próximo curso. La asignatura, que hasta ahora abarcaba desde la prehistoria en un solo curso de Bachillerato, se centrará en la edad contemporánea, desde 1812 (cuando se proclamó la Constitución de Cádiz) hasta el presente. Para comprender la actualidad, no se obviarán hechos históricos anteriores a ese año, que se han estudiado en cursos previos, pero quedarán más difuminados y no se tendrán en cuenta a la hora de evaluar.
Este criterio aprobado por el Consejo de Ministros a principios de abril ha generado controversia y es rechazado por la Real Academia de la Historia, que lamenta que no se da espacio y relevancia a los procesos históricos previos. Sin embargo, desde el Gobierno defienden que así es como se había enseñado durante muchos años antes de la LOMCE, la ley educativa del PP substituida ahora por la LOMLOE. El Govern prevé aplicar el mismo método en Baleares, aunque está valorando las propuestas recibidas.
«Hemos recogido aportaciones de diversos profesores y las estamos analizando», comenta el director general de Planificació, Ordenació i Centres, Antoni Morante. «Veremos si podemos introducir algún apunte diferente», dice, para «crear un equilibro que no sobrecargue el currículo». Con frecuencia, los temas de Historia de España se tienen que impartir a toda velocidad porque en un curso no da tiempo abarcar desde la prehistoria al presente. De hecho, este es otro de los motivos por los cuales el Gobierno apuesta por este modelo. «En Francia se estudia, al final del Bachillerato, la historia desde la Segunda Guerra Mundial y en otros países se estudia la del siglo XX y comienzos del XXI. No somos una excepción», afirmó el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana.
Confianza en el Govern
El historiador y decano de la Facultad de Filosofia i Lletres de la Universitat de les Illes Balears, Miquel Deyá, discrepa de Tiana. «La cronología se debe respetar, como ha pedido la Real Academia de la Historia, y se tiene que asumir contenido anterior a 1812», reclama. El profesor cree que en Historia de España se debe de estudiar la romanización y la presencia islámica, como «parte de la cultura hispánica». También ve necesario que se recuerde a los Reyes Católicos y la Guerra de Sucesión. Deyá confía en que la Conselleria d'Educació «no se limite a reproducir lo que dice Madrid», puesto que cuenta con competencias para introducir los cambios que considere. «Espero que sean sensibles e introduzcan las propuestas que se han hecho», comenta.
El impulsor de la campaña para recuperar la asignatura Història y Cultura de les Illes Balears en primero de Bachillerato, Jordi Maíz, también cree que el método defendido por el Gobierno es un error. «Es muy difícil entender Baleares, la diversidad de España o de Europa sin tener presente el contenido anterior a la época contemporánea», comenta Maíz, que imparte Historia en segundo de Bachillerato. Aun así, admite que le cuesta pronunciarse porque «todavía no se ha concretado nada en segundo de Bachillerato». En todo caso, le preocupa que la LOMLOE no se haya aprobado con el consenso de la comunidad educativa. «Me da pena pensar que esta nueva normativa está parcialmente condenada a sufrir cambios en el futuro», lamenta.
Por otra parte, el historiador valora como un «acierto», pero también como una «obligación», que la Conselleria decidiera recuperar Història i Cultura de les Illes Balears como optativa el próximo curso. Aun así, cree que es insuficiente porque opina que también debería ofertarse en la Secundaria y en Primaria. «Debemos hacer un esfuerzo para valorar lo que tenemos, como es el patrimonio, la historia, el arte y la cultura», reivindica. También pide planes de formación para impartir esta asignatura en los centros.
Punto de vista
El Bachillerato tendrá cinco modalidades diferentes
Como novedad, el Gobierno también ha decidido que el Bachillerato tenga cinco modalidades: Ciencias y Tecnología; Humanidades y Ciencias Sociales; dos bachilleratos de Artes (uno de Artes Plásticas, Imagen y Diseño y otro de Música y Artes Escénicas); y otro General. Dónde se imparten estas modalidades, lo decidirán las comunidades autónomas.