La reina Sofía no ha asistido este domingo a la misa de Pascua en la Seu, como solía hacer tradicionalmente. La reina emérita sí se ha dejado ver esta Semana Santa en Palma, ya que el pasado lunes asistió al concierto solidario que Projecte Home celebra en la Seu regresó ayer y lo hizo por todo lo alto: con el templo palmesano abarrotado y con la reina Sofía. Además, el Jueves Santo asistió a la procesión del Crist de la Sang, la más solemne y multitudinaria de la Semana Santa palmesana.
La Casa del Rey ha roto con la tradicional visita a Mallorca en Semana Santa y este año tampoco ha acudido a la misa de Pascua en la Seu ningún miembro de la Familia Real Española, ni siquiera la reina emérita, quien se encuentra en el palacio de Marivent junto a su hermana, Irene de Grecia. Una tradición que no han retomado tras dos años de ausencia a causa de la pandemia. Pese a saberse que don Felipe y Letizia, junto a sus hijas, no viajarían a Palma, muchos depositaban su esperanza en que la madre del Rey asistiera a la misa.
Se trata del tercer año consecutivo en el que la Familia Real no cumple con esta tradición, aunque los dos anteriores estuvieron motivados por la pandemia de la COVID-19. En concreto, en 2020 la misa se celebró sin público y en 2021 con acceso restringido. Los reyes Felipe y Letizia, acompañados por sus hijas, estuvieron este pasado sábado en el Centro de Recepción, Acogida y Derivación (CREADE) de refugiados ucranianos en Pozuelo de Alarcón.
La visita generó gran expectación, en el interior y el Portal Mayor de la Seu, donde turistas y residentes esperaban, hasta el último minuto, si llegaba doña Sofía. A diferencia de otros años, cuando dos horas antes del mediodía, había medio centenar de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, esta vez tan sólo cinco se acercaron hasta la catedral por si había alguna ‘sorpresa'.
Decepción en el Portal Mayor
«Me habría gustado verlos, pues somos muy monárquicos y hemos venido a pasar la Semana Santa a Mallorca, desde Castellón, para ver la Isla y a los Reyes o a la reina Sofía acudir a la misa de Pascua», comentan la familia Martínez-Sánchez. Tras la celebración de la misa del Encuentro, el obispo Sebastià Taltavull, quien había oficiado la ceremonia, salió por el Portal Mayor, junto a los canónigos, a despedirse de los feligreses, dando la mano y agradeciendo su asistencia. Tras el baño de multitud, y una vez que ya no se le acercó nadie más, se retiró al interior de la Seu y se cerraron las verjas por las que tradicionalmente entraban los miembros de la Familia Real para la misa de las 12.00. En esta ocasión tampoco se organizó el impresionante despliegue policial, ni manifestaciones antimonárquicas, ni autoridades políticas. Ni siquira el obispo ofició la misa. Fue el canónigo Joan Bauçà quien lo hizo ante muchos turistas y curiosos que, a medida que avanzaba la ceremonia, abandonaban la catedral, y eso que en la puerta lateral, de acceso al interior, se avisaba que solo entrasen quienes querían participar en la eucaristía.
«Ahora sí que se debe hacer un pensamiento sobre el palacio de Marivent», comentaba un ciudadano que prefirió no decir su nombre, mientras que Pilar y José, un matrimonio de Barcelona, afirmaban que «es una pena. La Familia Real debería, al menos, mantener las tradiciones». Catalina Roig, vecina del centro de Palma, se sumaba al lamento: «lo peor es que no den ninguna explicación de por qué no han venido este año. Y sobre todo si esto es el principio del fin de sus vacaciones en Semana Santa». Opiniones para todos los gustos a las puertas de la catedral y una tradición que la Familia Real Española rompe sin que se conozca el motivo.
Cabe recordar que la tradición de que los Reyes asistiesen a la misa de Pascua en la Catedral de Palma se remonta al año 1995 con la asistencia de los por entonces monarcas, don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por los duques de Lugo, recién casados, y la infanta Cristina. Este evento ha dejado imágenes para el recuerdo, aunque algunas han sido duras para la Familia Real. Este fue el caso de la Semana Santa de 2018, cuando doña Sofía y doña Letizia protagonizaron un sonado rifirrafe. Como se recordará, la Reina impidió que sus hijas se fotografiaran con la reina emérita.