Tras dos años sin el solemne acto por la pandemia, la iglesia de l'Anunciació ha vuelto a acoger este Miércoles Santo el Davallament del Crist de la Sang, que quedará expuesto, yacente, hasta las 21.00 horas y este jueves, a partir de las 08.00 horas, hasta que salga y presida la procesión del Jueves Santo.
El templo ha presentado una numerosa concurrencia, aunque menor que en los años anteriores a la pandemia.
Tras la misa y el Via Crucis, oficiados por los padres Wong Wanlin y Pere Capó, respectivamente, el rector de l'Anunciació, Lluc Riera, ha recordado a los presentes que, este año, por criterios aún vigentes por la pandemia, el Crist de la Sang no se puede tocar ni besar.
Los sobreposats, acompañados de los prohoms, han bajado el Crist de su camerín y lo han cargado y trasladado hasta el patio de la Sang entre aplausos y vítores, para finalmente dejarlo expuesto frente al altar. Los fieles han desfilado ante la imagen con respeto y devoción, y en algunos casos con emoción.