Unos sesenta refugiados de Ucrania alojados en el hotel COVID protestaron este martes contra la «mala» gestión de los traslados que está realizando Creu Roja, organización responsable de estas distribuciones, hacia los espacios de acogida temporales. Sobre la una del mediodía bajaron de sus habitaciones a la entrada del establecimiento hotelero para manifestar su decepción con la organización. Algunas familias relataron que durante la jornada de este martes encontraron bajo la puerta un papel en el que se les informaba, en idioma ucraniano, que a las nueve de la mañana tenían que estar listos para ser trasladados.
«No nos han dicho ni dónde les llevan ni en qué condiciones. Pedimos que les traten como personas, esto es inhumano», lamentó Anastasia Kvach, ucraniana residente en Mallorca que ha estado ayudando a las familias exiliadas. «La gente tiene miedo porque mañana [este miércoles] se marchan de aquí a un lugar sin especificar. Aquí hay muchos menores y consideramos que la gestión es pésima», añadió. Iryna Turupalova, otra ucraniana que vive en la Isla y con familiares y amigos alojados en este mismo hotel, explicó que «he estado todo este tiempo ayudando a la Creu Roja con las traducciones y también he colaborado con los cuerpos de seguridad. A mí me parece bien el programa que ofrecen, lo único que no entiendo es que, sabiendo que llegan a un país en el que desconocen la lengua, ¿cómo es que no pueden darles más datos? Ellos están asustados y estresados».
Desde la organización entienden esta «incertidumbre y ansiedad» entre los refugiados, y reiteran su compromiso por «seguir cubriendo sus necesidades básicas». Apuntan que con estas reubicaciones «garantizamos» una residencia permanente. A su vez, recordaron que la decisión de acogerse al programa es libre y que, en cualquier momento, estas personas pueden rechazar la oferta social. Desde el inicio del conflicto bélico, Creu Roja ha atendido a más de 550 refugiados en Baleares. Está previsto que un total de 58 ucranianos del hotel COVID sean trasladados durante la mañana de este miércoles.
De estos, 40 personas cuentan con plaza temporal en el Hospital Sant Joan de Déu, mientras que el resto, dieciocho, en el colegio La Salle. Para estos desplazamientos contarán además con la colaboración de la EMT y vehículos de la propia Creu Roja. Por otra parte, el Govern anunció ayer a última hora de la tarde la decisión de la organización de rechazar la oferta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM). Cabe recordar que el pasado lunes la patronal puso a disposición de la Administración 350 plazas en estudios, habitaciones y apartamentos para la acogida de refugiados.
Creu Roja, finalmente, no contará con esta colaboración y reubicará a 160 ucranianos en dos bloques de habitaciones de un complejo hotelero que han conseguido alquilar durante un año. El hecho de conseguir estas plazas estables evita las estancias por solo un mes en hoteles puente. En esta línea, el Palma Bellver (hotel COVID) mantendrá durante un mes más unas 25 habitaciones para atender a medio centenar de refugiados. Este acuerdo se enmarca en la oferta que en su día hizo Meliá al Govern. En principio, permanecerán en este establecimiento los primeros refugiados que llegaron al hotel, como el grupo de triatletas que quedaron atrapados en Alcúdia a principios de marzo.