Los pescadores de Baleares podrían dejar de faenar esta semana si no se adoptan medidas que palien el precio del combustible, que se han disparado a consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania. Así, lo ha confirmado este miércoles Toni Garau, secretario general de la Cofradía de Pescadores de Baleares. De hecho, ha argumentado que algunos armadores ya han decidido hacerlo a título personal cuando terminen el combustible que tienen ahora.
Garau ha precisado que actualmente están pagando el combustible a 1,25 euros el litros, mientras que hace un año lo abonaban a 0,6-0,7 céntimos el litro; es decir, se ha duplicado. Esto ha llevado al sector a una situación inviable y ha destacado que algunos incluso están saliendo a faenar a pérdidas. Se trata de una crisis sin precedentes, pese a que este sector está acostumbrado a atravesar muchas complejidades, como la de la crisis de 2008 que también disparó el precio del combustible.
Las expectativas no son halagüeñas y no se espera que a corto-medio plazo se produzca un descenso del precio de los carburantes. Por ello, las cofradías de pescadores han acordado a nivel nacional solicitar una reunión con el ministro de Agricultura y Pesca, Luís Planas; espera que los pueda recibir esta misma semana. El objetivo es poder reclamarle una serie de medidas, tales como bonificaciones a las cotizaciones a la Seguridad Social o que se establezcan ayudas de mínimos. Además, ha puntualizado que si no son suficientes, y tienen que quedarse amarrados en los puertos, se les tiene que indemnizar.
El secretario general de la Cofradía de Pescadores de Baleares ha advertido que si tienen que dejar de salir a faenar se producirá un desabastecimiento de un producto de primera necesidad, como es el pescado. Sin embargo, ha reiterado que la situación es insostenible para el sector, en el que actualmente trabajan unas 500 personas; en verano se amplían las plantillas.